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Londres y Bruselas retoman las negociaciones del 'post-brexit'

Durante los próximos diez días las discusiones entre ambas partes tendrán lugar a diario, incluidos fines de semana, alternando entre la capital británica y la comunitaria

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Begoña Arce

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El Reino Unido y la Unión Europea reabren el dialogo en el sprint final para logar un acuerdo comercial 'post-brexit'. El jefe negociador de la UE, Michel Barnier ha aterrizado este jueves en Londres para iniciar una nueva fase de negociaciones contrarreloj con el británico David Frost. Después de una semana de parón, cuando Boris Johnson declaró “terminadas” las negociaciones, estas se retoman y se intensifican.

El compromiso debe alcanzarse antes de finales de octubre, de manera que pueda estar listo el 1 de enero cuando el 'brexi't entrará en vigor. Durante los próximos diez días las discusiones tendrán lugar a diario, incluidos fines de semana, alternando entre la capital británica y la comunitaria. El equipo de la UE tiene previsto permanecer en Londres hasta el domingo.

“Claramente, sigue habiendo diferencias significativas entre nuestras posiciones sobre los asuntos más difíciles, pero estamos dispuestos a ver con la UE si es posible solventarlas, en el curso de negociaciones intensas”, ha señalado en un comunicado un portavoz del primer ministro. Johnson exigía “un cambio de dirección” a la UE para continuar con las negociaciones.

Espíritu de compromiso

El británico respondía a los Veintisiete que en la última cumbre en Bruselas habían pedido al Reino Unido que hiciera “los movimientos necesarios” para alcanzar un acuerdo. Durante este tira y afloja, Barnier y Frost mantuvieron a diario contactos telefónicos dejando la puerta entreabierta. El miércoles Barnier hizo el gesto público que Johnson buscaba para salvar el tipo de cara a la galería. En el Parlamento Europeo declaró que “un acuerdo puede alcanzarse si ambas partes están preparadas para trabajar de manera constructiva en un espíritu de compromiso”, insistiendo en el “respeto a la soberanía del Reino Unido”. Nada nuevo en sustancia, pero con el tono conciliador bastó para retomar unas negociaciones que comenzaron oficialmente en marzo.

Nada está decidido. Desde la oficina de Downing Street se advierte de que “es completamente posible que las negociaciones no tengan éxito. Si así ocurre, el Reino Unido concluirá el periodo de transición y se someterá a los mismos términos que tiene Australia”. Esos términos que invoca Johnson y su equipo no son otros que los de la Organización Mundial de Comercio.