NUEVAS RESTRICCIONES

Johnson cierra pubs y bares en Liverpool

El Gobierno británico pone en vigor un nuevo sistema de alerta para Inglaterra de tres niveles en función del número de contagios

boris johnson congreso anual del partido conservador

boris johnson congreso anual del partido conservador / periodico

Begoña Arce

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Boris Johnson ha incrementado las restricciones para frenar el avance del coronavirus en las zonas de más alto riesgo de Inglaterra ante la amenaza de que el número de casos desborde los hospitales. En la ciudad de Liverpool, con 600 positivos por 100.000 habitantes, y en toda la región, donde viven 1,5 millones de personas, cerrarán a partir del miércoles bares, pubs, casinos, gimnasios, casas de apuestas y otros lugares de ocio. Las tiendas, las escuelas y los restaurantes permanecerán, en cambio, abiertos. El Gobierno reactiva también tres hospitales de campaña, uno de ellos en Manchester, que abrió la pasada primavera.

En la Cámara de los Comunes, el primer ministro rechazó la opción de un confinamiento nacional, pero indicó que debía tomar medidas porque "no actuar sería imperdonable". "El número de casos se ha cuadriplicado en las pasadas tres semanas. Hay ahora más gente en hospitales con covid que cuando fuimos al confinamiento el 23 de marzo y las muertes van subiendo", destacó.

Sistema de alerta en tres niveles

Johnson anunció un nuevo sistema de control para Inglaterra, con tres niveles de alerta: medio, alto y muy alto, dependiendo del número de contagios en cada zona, a fin de acabar con la confusión reinante sobre las normas a seguir.  El nivel medio significa continuar con las actuales reglas que se aplican a todo el país, con grupos limitados a seis personas y cierre de bares y restaurantes a las 10 de la noche. En el nivel alto se prohíbe además mezclarse con personas de distintos hogares en el interior de viviendas y con un máximo de seis personas en el exterior. El nivel muy alto, en el que se encuentra la región de Liverpool, implica la prohibición de vida social con los cierres ya anunciados.

Las nuevas restricciones han sido mal recibidas por los líderes locales del norte de Inglaterra, que critican lo insuficiente de las ayudas económicas para compensar los negocios afectados. Por su parte, el jefe de la oposición, el laborista Keir Starmer, se declaró "muy escéptico" con la capacidad de las nuevas medidas para contener el virus.