Trump promete distribuir gratis un tratamiento experimental contra el covid

Donald Trump se pasó cuatro días ingresado en el hospital batallando contra el Covid-19, pero su actitud hacia el virus que ha matado a 211.000 estadounidenses y ha contagiado a 7.5 millones más no ha cambiado. En un vídeo de casi cinco minutos, colgado tres horas antes del debate de vicepresidentes del miércoles entre Mike Pence y Kamala Harris, el presidente de Estados Unidos describió su infección como “una bendición de Dios” y le puso la etiqueta de “cura” a uno de los tratamientos experimentales que recibió en el hospital Walter Reed. Concretamente al cóctel de anticuerpos desarrollado por Regeneron, una terapia que está todavía en fase de ensayos clínicos y no ha sido aprobada por las autoridades de su país. Trump añadió que pretende poner la terapia a disposición de todos los estadounidenses de forma gratuita.

El presidente sigue empeñado en minimizar el impacto de la pandemia, la misma que ha nublado sus opciones de reelección, y como viene haciendo desde que salió del hospital describió el Covid-19 como un virus fácil de doblegar. “Os vais a poner mejor, os vais a poner mejor muy rápidamente”, les dijo a los estadounidenses dos días después de afirmar que no hay que tenerle miedo al virus. “Creo que es una bendición de Dios que yo lo cogiera”, afirmó esta vez en el vídeo grabado en la Casa Blanca.

Poco después de su publicación, la prensa pidió a Joe Biden una reacción a las palabras del presidente. “Voy a pensar antes de responder”, dijo el candidato demócrata. “Creo que es una tragedia que el presidente se refiera al Covid como algo que no debería preocuparnos cuando ha matado ya a 210.000 personas”. 

Trump asegura sentirse bendecido por haber enfermado de coronavirus

Trump nunca se ha responsabilizado de la incapacidad de su país para controlar la propagación del patógeno, aunque fuera temporalmente, como han hecho la gran mayoría de países industrializados. Y nuevamente volvió a echar balones fuera para eludir cualquier responsabilidad sobre su gestión. “No es culpa vuestra que esto sucediera, sino de China”, les dijo a sus conciudadanos. “Van a pagar un precio muy grande por lo que le han hecho a este país y al mundo. Recordarlo bien: esto es culpa de China”. 

Cura milagrosa

Desde que el virus empezara a propagarse en EE UU, Trump ha estado más interesado en encontrar una cura milagrosa que acabara de un plumazo con el nuevo coronavirus que en los detalles tediosos e inconvenientes que se requieren para controlarlo. Y ahora parece haber dado con su nuevo candidato al milagro: el cóctel de Regeneron. “Lo llaman terapéutico, pero para mí no fue terapéutico porque me hizo sentirme mejor. Yo lo llamo cura”. De hecho, subrayó que fue idea suya utilizar el tratamiento. “Creo que esa fue la clave. Fue increíble. Me sentí bien inmediatamente. Me sentí tan bien hace tres días como me siento ahora”. Por más que el presidente quiera quitarle hierro al Covid-19, el patógeno ha puesto en cuarentena a piezas clave de la cadena de mando estadounidense. En la última semana se han contagiado numerosos altos cargos de la Casa Blanca, varios senadores y algunos generales del Estado Mayor del Ejército. 

Trump insistió además en que muy pronto habrá una vacuna, a pesar de que las principales autoridades sanitarias de su país han afirmado que no creen que vaya a estar disponible para el gran público hasta mediados del 2021. “Vamos a tener una gran vacuna muy pronto. Yo creo que deberíamos tenerla antes de las elecciones, pero francamente la política se ha involucrado, y está bien. Quieren jugar sus juegos. La tendremos después de las elecciones”.