La justicia boliviana descartó proscribir al partido de Evo Morales en las elecciones

El Gobierno de facto boliviano tuvo este lunes dos traspiés políticos y judiciales. De un lado, la Fiscalía descartó imputar al ex presidente Evo Morales por sedición por considerarla inviable. A la vez, la Sala Constitucional de La Paz ratifiicó la personería jurídica del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales cuyo candidato, Luis Arce, marcha primero en las encuestas de cara a las elecciones presidenciales del 18 de octubre. "Lo que menos esperaba es que este Tribunal se ponga de lado de los delincuentes, tiranos y violadores de la ley", se quejó la senadora de derechas Carmen Eva Gonzalez, tras el dictamen que fue festejado en las inmediaciones del tribunal por simpatizantes del MAS. 

De acuerdo con los últimos sonderos, Arce obtendría el 30% de los sufragios. Desde su exilio argentino, Morales estimó que si una parte de la comunidad boliviana radicada en ese país vecino participa de la contienda y vota por su ex ministro de Economía, el partido que gobernó entre 2006 y 2019 podría volver al poder. "Ustedes hermanos pueden definir el futuro de Bolivia", dijo el ex dirigente cocalero. Para imponerse en un primer turno, se necesitan al menos un 40% de los votos y una ventaja mínima de diez puntos al aspirante escolta.

La corte de Bolivia avala la participación del partido de Evo Morales en las elecciones

El miedo a Morales

La reciente encuesta de la firma CiesMori dio cuenta no obstante de que el ex presidente Carlos Mesa (centro) ha pasado del 17% a 24% en la intención de voto, mientras que el ultraderechista Luis Fernando Camacho, uno de los líderes de las protestas que en noviembre pasado derivaron en el golpe de Estado contra Morales, subió de 6% a 12%. De realizarse una segunda vuelta, el 19 de noviembre, Mesa debería reunir detrás suyo todo el rechazo que provoca un retorno del MAS a la presidencia. Los analistas estiman que el "miedo a Morales" terminaría por beneficiarlo.

Según el diario Página Siete, Mesa fue el claro ganador del primer debate televisivo entre los candidatos. "El 18 de octubre hay solo dos dos opciones: MÁS fraude y corrupción; o una candidatura con propuestas claras", dijo este lunes, confiado en recibir el respaldo del disperso arco político conservador que garantizaría su victoria.

Amenaza del Gobierno

  En este contexto, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, quien expresa al ala más dura del Gobierno de facto, anunció la compra de armamento para la Policía y el Ejército con el alegado propósito de "defender la democracia". Murillo justificó las adquisiciones en tono de amenaza hacia el MAS. "Nuestra Policía se está armando para cualquier conflicto. Nosotros no vamos a permitir que la democracia entre en juego; la democracia se la va a respetar al precio que tenga que ser" frente a "narcotraficantes, cocaleros, delincuentes y pedófilos".

El pasado viernes la presidenta provisional, Jeanine Añez, dijo que su Gobierno respetará los resultados de las próximas elecciones generales. "Si los violentos nos provocan, como provocaron en noviembre o en agosto, va a haber consecuencias", advirtió en alusión al MAS. "Atrás quedaron esos días de violencia en los que manejaban todas las instituciones". La adminción llegó después de que el dirigente cocalero y candidato a senador Andrónico Rodríguez y el dirigente minero Orlando Gutiérrez, auguraran protestas si se busca frenar el triunfo del MAS. "El pueblo boliviano en las calles recuperará el poder", dijo Rodríguez en el marco de un acto proselitista en la región andina de Oruro. Arce está convencido de que no habrá una segunda vuelta. También deslizó su temor a irregularidades el día de la votación.