ELECCIONES EEUU 2020

Los seis temas clave del primer debate entre Trump y Biden

El moderador anunció la selección la semana pasada, antes del escándalo sobre los impuestos del presidente

Preparativos del escenario que acogerá el debate entre Trump y Biden.

Preparativos del escenario que acogerá el debate entre Trump y Biden. / periodico

Idoya Noain

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90 minutos dan para mucho, más en un encuentro de alto voltaje como el primer debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden que tiene lugar este martes por la noche (a las tres de la madrugada en España) en la Universidad Case Western Reserve de Cleveland (Ohio).

Quedó por eso en manos de Chris Wallace, uno de los más generalmente respetados presentadores de la ultraconservadora Fox News y moderador de la cita, diseñar la agenda con que estructurar el primero de los tres debates presidenciales, para el que ha escogido  de seis temas y que ha dividido en bloques de 15 minutos con cada uno de los candidatos con dos minutos para sus respuestas.

Ya en cuanto se publicó esa lista no faltaron polémicas y críticas. Una, por ejemplo, cuestiona que el guión no incluya la emergencia climática, una cuestión por la que no se ha preguntado directamente a ningún candidato en estos debates en 12 años.  Se denuncia asimismo que se haya aparcado un tema central en la política estadounidense como la inmigración. Y una tormenta más la provocó que Wallace eligiera titular “raza y violencia en nuestras ciudades” el segmento donde supuestamente se abordarán las protestas contra la injusticia racial y la brutalidad policial.

A todo se le suma la irrupción en la campaña de la explosiva exclusiva publicada por 'The New York Times' el domingo con información sobre impuestos del presidente que durante años ha estado persiguiendo toda la prensa y también los demócratas y hasta fiscales. Y los 750 dólares que Trump pagó al fisco federal un par de años o los años en que no pagó absolutamente nada, su cuestionado uso de estratagemas fiscales o el retrato que borra su proyección de empresario de éxito más que posiblemente surgirán en el cara a cara dialéctico.

Sobre el papel, no obstante, los temas que centrarán la discusión entre dos políticos antagónicos en lo que promete ser un despliegue absoluto de contrastes no exento de descensos al fango, son los siguientes.

El historial de los candidatos

Trump aún no ha presentado ningún plan sobre cuál sería su agenda para un potencial segundo mandato y no se espera que lo haga tampoco este martes. A cambio,  acostumbra a defender como un éxito total su primero, incluso con el revés sanitario y económico de la pandemia. Sus mítines, ruedas de prensa o declaraciones sirven para anticipar cómo exaltará lo que considera una presidencia triunfal y sumará el repaso de sus logros de política exterior, algo que ya hizo la semana pasada ante la ONU cuando volvió a centrarse en la guerra con China.

Frente a quien hace solo cuatro años era un 'outsider' de la política estará un veterano de Washington como Biden. Esa veteranía que tiene contrapartidas y en ocasiones puede representar un pesado equipaje pero también permitirá al demócrata retratarse muy lejos de la imagen de “extremista de izquierda” en que trata de encasillarlo Trump.

El Tribunal Supremo

La muerte hace 12 días de la jueza del Tribunal Supremo Ruth Bader Ginsburg sacudió todo Estados Unidos, y la campaña, como un terremoto político. Trump ya ha anunciado a su nominada, Amy Coney Barrett y con el control republicano del Senado tiene en principio asegurado cumplir su plan de que la magistrada conservadora sea confirmada antes de las elecciones.

La abrumadora mayoría conservadora 6-3 no solo puede ser decisiva en lo inmediato si los resultados electorales acaban, como cada vez parece más posible, envueltos en una batalla legal. El Supremo puede dar la puntilla a la reforma sanitaria de Obama o, en el largo sueño acariciado por los ultraconservadores, al derecho el aborto y transformar en numerosos aspectos y por generaciones el país.

La pandemia

Con más de 200.000 muertos, la crisis sanitaria sigue azotando al país. Este mismo lunes el vicepresidente Mike Pence auguraba que los fallecimientos volverán a incrementarse pero Trump en la misma aparición ante la prensa volvía a sumergirse en un discurso triunfalista bajo el que trata de enterrar las claras deficiencias de su gestión y su respuesta.

Para Biden abordar la pandemia no es solo la oportunidad de cuestionar esa actuación de Trump  y los graves efectos de su desprecio a la ciencia y su disposición a politizar una emergencia. Le da la opción, ante todo, de mostrar una faceta de empatía y compasión que el presidente, directamente, no tiene.

La economía

Hasta febrero era el eje de la campaña perpetua de Trump, que arrancó en cuanto llegó a la Casa Blanca. La irrupción de la pandemia, no obstante, hizo añicos los avances (que, pese a su discurso triunfalista, se originaron siquiera parcialmente en la presidencia de Obama). Con los estadounidenses preocupados, los dos candidatos deberían poner sobre la mesa planes o ideas para la recuperación.

“Raza y violencia en nuestras ciudades”

Es lógica la polémica nacida a partir del título del segmento elegido por Wallace. Con él el moderador directamente recoge el discurso de Trump que trata de retratar únicamente como violento al estallido de protesta por la injusticia racial y la brutalidad policial, aunque la mayoría de las manifestaciones y marchas que llevan cuatro meses replicándose en todo el país han sido pacíficas.

En este segmento el presidente quizá vuelva a acusar falsamente a Biden, esta vez a la cara, de haber defendido quitar la financiación a la policía (algo que el demócrata  no ha hecho). Volverá posiblemente de nuevo el foco sobre ciudades gobernadas por demócratas en los que han aumentado tiroteos mortales. Y se puede esperar que Biden, que ha elegido a Kamala Harris como su vicepresidenta, intentará no caer en la trampa apocalíptica de Trump y en cambio llevar la atención y prometer combatir la discriminación y abusos, muy reales, que siguen sufriendo las minorías raciales en EEUU.

La integridad de las elecciones

Con asaltos constantes, intensificados y con casi nula base empírica al sistema de voto por correo, vital en tiempos de pandemia, Trump está sembrando dudas sobre la integridad de las elecciones estadounidenses. Decenas de batallas judiciales ya se libran en tribunales de todo el país. Esfuerzos de supresión de voto vuelen a sobrevolar los comicios. Y Trump en los últimos días ha hecho que se redobles las alarmas por su también <strong>redoblada negativa a comprometerse con una transición pacífica</strong> si pierde.

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