NUEVA POLÉMICA

Francia abre el debate sobre la "vestimenta correcta" en los centros escolares

Estudiantes franceses a a la puerta de un colegio en París.

Estudiantes franceses a a la puerta de un colegio en París. / periodico

Irene Casado Sánchez

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La foto de una minifalda y de un top dejando al descubierto el ombligo, censurados con una cruz negra bajo el título "Vestimenta correcta exigida", despertó, el pasado 10 de septiembre, una nueva polémica en Francia: las restricciones de vestuario en los centros escolares. El cartel, colgado por la dirección de un instituto al sudoeste del país, se propagó por las redes sociales y desembocó en una movilización general.

Bajo el hastag #Lunes14septiembre, cientos de estudiantes acudieron aquel día a clase con sus prendas más "provocativas" para denunciar las discriminaciones sexistas en los recintos escolares. El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, lejos de apaciguar la polémica, defendió este lunes que los estudiantes “deben vestirse de una manera republicana”. 

“La escuela no es un lugar como cualquier otro […] No vas al colegio como si fueras a la playa o a la discoteca […] Todos pueden entender que vamos a la escuela vestidos de forma republicana”, insistió Blanquer durante una entrevista concedida a la radio RTL. ¿En qué consiste esta vestimenta republicana? "Basta con vestirse de manera normal y todo estará bien", zanjó.

Vedada la entrada a clase

Mientras, a través de las redes sociales, cientos de jóvenes estudiantes comparten sus relatos sobre la censura de su vestimenta en los centros escolares. En muchas ocasiones, una falda considerada demasiado corta o un escote juzgado inapropiado habrían bastado para vedar la entrada a las estudiantes. Las afectadas denuncian la hipersexualización de sus cuerpos, una problemática que habría desembocado en la creación de reglamentos internos destinados a prohibir ciertas prendas.

En el centro de todas las críticas, Jean-Michel Blanquer asegura ser "muy sensible a la defensa de las jóvenes en las escuelas" y, por ende, estar "abierto al debate sobre lo que se puede hacer para mejorar su protección". "La ropa no debe ser un factor de estigmatización o discriminación", prosigue el responsable de Educación, justificando así su defensa de los reglamentos escolares sobre "vestimentas decentes".

Libertad versus sexismo

Donde el ministro ve una herramienta contra la discriminación, las estudiantes denuncian una forma de estigmatización de las mujeres. “Nos dirán que [nuestra ropa] desconcentrará a los chicos, que es explícita. Mientras, ellos pueden vestirse como quieren. Nos sexualizan mientras que nosotras nos vestimos para no pasar calor […] Es inaceptable compartir estas ideas, pegan carteles por todas partes sobre el acoso y el consentimiento, pero restringen nuestra libertad de vestir, reforzando el sexismo común", condena a través de las redes sociales una estudiante del instituto de Borda, en el origen de la controversia. 

El asunto despierta incluso divisiones en el seno del Ejecutivo. Marcando distancias con su compañero de filas, la ministra delegada de Ciudadanía, Marlène Schiappa, mostró su apoyo a la iniciativa: “Hoy #Lunes14septiembre, jóvenes de toda Francia han decidido espontáneamente llevar faldas, escote, crop-top o maquillaje para afirmar su libertad frente a los juicios y actos sexistas. Como madre, las apoyo con sororidad y admiración”, escribió en su cuenta de Twitter.