ESTADO DE LA UNIÓN

Von der Leyen alerta de la "fragilidad" e "incertidumbre" en la UE

La presidenta de la Comisión Europea pide "responsabilidad" y "unidad" para afrontar la pandemia del coronavirus

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en el debate sobre el Estado de la Unión en el Parlamento Europeo.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en el debate sobre el Estado de la Unión en el Parlamento Europeo. / periodico

Silvia Martinez

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Con más de 180.000 muertos en Europa en los últimos seis meses debido al covid19, era obligado que las primeras palabras pronunciadas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante su primer discurso sobre el estado de la Unión ante el Parlamento Europeo este miércoles estuvieran dedicadas a la crisis sanitaria y económica, provocada por un “virus mil veces más pequeño que un grano de arena”, pero que ha puesto en jaque “los límites del modelo europeo” y que ha revelado lo “vulnerable que puede ser la vida” y “la fragilidad” del continente europeo. 

Pero "es el momento de salir de esa fragilidad hacia una nueva vitalidad. De salir más fuertes de esta prueba creando perspectivas para mañana y no solo estableciendo simplemente planes de urgencia”, ha reivindicado von der Leyen durante un discurso muy largo, de hora y veinte minutos, sin mucha épica y que ha arrancado pocas emociones en un hemiciclo medio vacío debido a las medidas estrictas contra el coronavirus, que ha servido para inaugurar el nuevo curso político en la capital comunitaria y desgranar la agenda de trabajo de los próximos doce meses para confrontar “una pandemia –y la incertidumbre que le acompaña- que no ha terminado” y “con una recuperación” todavóa en ciernes.

Por ello, su principal prioridad para este nuevo período será “salir de la crisis”, “proteger vidas” y “salvar empleos” a partir de la transición verde y digital, que seguirán siendo los dos grandes faros de la política europea, y con el paraguas del nuevo fondo de recuperación como palanca. Según el diagnóstico de von der Leyen, lo más preocupante es que la pandemia sigue sin dar muestras de debilitamiento. “Sabemos a qué velocidad puede aumentar el número de casos y escapar a cualquier control. Tenemos que continuar afrontando la pandemia con la mayor de las prudencias, la más grande responsabilidad y la mayor unidad”, ha urgido. 

"No es el momento de retirar el apoyo"

Esto, significa, construir una unión europea de la salud más fuerte, con más financiación, más competencias para Bruselas, más poderes para el centro europeo de prevención y control de enfermedades (ECDC) y la creación de una agencia de inversión y desarrollo biomédica similar a la existente en Estados Unidos para apoyar a los Estados miembros ante emergencias transfronterizas. Otro foco de atención importante debe ser el económico. Con unas previsiones absolutamente devastadoras, que apuntan a una caída del PIB del 12% en el segundo trimestre del año, “no es el momento de retirar el apoyo” ni de reactivar las reglas del pacto de estabilidad y crecimiento, suspendidas tras la irrupción de la pandemia. 

Todo lo contrario. Es el momento, según von der Leyen, de seguir construyendo una red de seguridad que de tranquilidad a las familias y su primera propuesta, antes de finales de mes, será un marco para un salario mínimo. “Soy una ferviente defensora de la negociación colectiva y la propuesta respetará plenamente las competencias y tradiciones nacionales”, ha prometido ante las dudas que la idea genera en los países nórdicos.

Recorte de emisiones: 55% para 2030

La Comisión Europea propone basar esa recuperación en la transformación ecológica y la revisión de los objetivos de reducción de emisiones de CO2 para 2030, elevando la ambición del 40% actual –respecto a los niveles de 1990- a al menos el 55%. “Reconozco que este aumento es muy importante para algunos e insuficiente para otros pero nuestro análisis de impacto muestra claramente que nuestra economía y nuestra industria pueden lograrlo”, ha justificado sobre una meta clave para lograr la neutralidad de carbono en 2050 y que llevará al Ejecutivo comunitario a revisar toda su legislación de aquí a junio de 2021. 

Para facilitar la tarea, la Comisión propone que el 37% del nuevo fondo de recuperación de la UE –dotado con 750.000 millones- se consagre a los objetivos del pacto verde y que el 30% de la financiación del fondo provenga de la emisión de “bonos verdes” para financiar la nueva ola de renovación y el uso de energías renovables. En cuanto al pilar de la transición digital, otra de las grandes prioridades, considera clave liderar la gestión de los datos industriales y propone crear una identidad digital europea segura además de extender la red de banda ancha y dedicar 8.000 millones a superordenadores.

Pacto migratorio y estado de derecho

Entre lo más inmediato también está el pacto de asilo e inmigración, que presentarán la próxima semana y uno de los temas más sensibles para la UE. “Salvar vidas en el mar no es opcional. Los países que cumplen con sus obligaciones legales y morales o que están más expuestos que otros deben poder contar con la solidaridad de toda la Unión”, ha recordado apenas unos días después del incendio del campo de refugiados de Moria.

Un ámbito igual de sensible es la lucha contra el racismo y el odio, la discriminación y el respeto del estado de derecho. “Atacaremos los prejuicios inconscientes. Sean de ciudadanos, instituciones o algoritmos”, ha avisado anunciando la creación de un coordinador europeo contra el racismo y medidas para impulsar la igualdad. “Ser uno mismo no es una cuestión de ideología. Las zonas sin LGBTi son zonas sin humanidad y no tienen cabida en nuestra unión”, ha avisado en un mensaje dirigido a Polonia.

Von der Leyen también ha tenido palabras para la política exterior. Ha defendido el multilateralismo, la importancia de la alianza trasatlántica, de decidir sobre política exterior por mayoría cualificada y ha denunciado los problemas con China, Rusia o Turquía y, sobre todo, con el Reino Unido y el brexit. “El acuerdo (de retirada) no puede modificarse unilateralmente, ignorarse o dejarse de aplicar. Es una cuestión de ley, confianza y buena fe”, ha avisado recordando palabras de Margaret Thatcher: “Reino Unido no rompe tratados. Sería malo para el Reino Unido, malo para las relaciones con el resto del mundo y malo para cualquier futuro tratado comercial”. “Era verdad en su época y lo sigue siendo hoy en día”, ha zanjado la alemana.