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El 'brexit' y los acuerdos de paz del Viernes Santo

El nuevo desafío de Londres podría poner en peligro los acuerdos de paz en Irlanda del Norte

acuerdo del viernes santo en irlanda del norte

acuerdo del viernes santo en irlanda del norte / periodico

EL PERIODICO / AFP

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El desafío actual de Londres de saltarse parte de los compromisos adquiridos con la UE en el plan del brexit afecta de manera especial a Irlanda del Norte y pone en peligro los acuerdos del Viernes Santo, firmados el 10 de abril de 1998 y con los que se logró poner fin a tres décadas de violencia en este territorio. Los acuerdo de paz los firmaron los entonces primeros ministros  británico e irlandés, Tony Blair y Bertie Ahern, además de ocho partidos o grupos políticos. Los firmantes, nacionalista republicanos y unionistas fieles a la monarquía británica, se comprometieron a mantener una relación de «igualdad y de respeto mutuo» así como a recurrir a «medios exclusivamente democráticos y pacíficos» en sus respectivas aspiraciones políticas.

Estos son parte de los compromisos de ese acuerdo de paz:

FRONTERA

Una linea invisible libre de todo paso 

El Reino Unido e Irlanda pactaron eliminar los controles de seguridad  y aduaneros en la frontera, lo que hizo posible que se creara una linea fronteriza invisible, solo dibujada en los mapas. El hecho de que ambos países fueran socios de la UE facilitó las cosas. El 'brexit' complica de nuevo la situación, tanto en el aspecto práctico como psicológico. Salvo en algunos detalles, los habitantes de un lado y de otro viven el día a día como si se tratase de un único país. Un 'brexit' mal resuelto podría alterar el actual 'status quo', suscitar recelos entre las dos comunidades y alimentar posibles brotes de violencia. 

DESARME

Disolución de los grupos armados 

El pacto del Viernes Santo logró  el compromiso de todas las partes de llevar a cabo el desarme total del conjunto de las organizaciones paramilitares. Se creó además una comisión de derechos humanos y otra de igualdad para garantizar que se respetaran las preferencias religiosas y culturales y facilitasen la reconciliación entre las dos comunidades enfrentadas.

AUTODETERMINACIÓN

Resolución por el voto de la mayoría 

Otros de los acuerdos alcanzdos se refería a que el destino de Irlanda del Norte estaría sujeto al deseo de la «mayoría de la población», expresado a través del voto. El acuerdo levantó acta entonces de una mayoría que era partidaria de la unidad con el Reino Unido. De todas maneras, el  pacto dejó abierta la posibilidad de que el territorio acabase uniendose a Irlanda, la gran aspiración de los nacionalistas republicanos, si así lo deseaba  la mayoría de la población. Para que prevaleciera la voluntad  del pueblo de Irlanda del Norte, los gobiernos británico e irlandés acordaron cambiar sus respectivas Constituciones.  Londres renunció a la ley de 1920 que le dotaba de soberanía sobre el territorio y Dublín su reivindicación sobre el norte de la isla.

INSTITUCIONES

Los poderes compartidos 

Otro de los punto acordados fue formar a través de las urnas un Parlamento local, formado por 108 miembros de las dos comunidades y un gobierno compuesto por diez ministerios con competencias en finanzas, medio ambiente, agricultura, sanidad y la educación. Un ministro británico para Irlanda del Norte se encargaría de mantener el vínculo entre Belfast y Londres. Un Consejo Norte-Sur, en el que estuvieran los dos primeros ministros, se encargaría de desarrollar la cooperación en todas las áreas que pudieran afectar a ambas partes de la isla.