CONVULSIÓN EN LA EXREPÚBLICA SOVIÉTICA

Bielorrusia recrudece la represión y arresta a una dirigente opositora

Maria Kolesnikova ha sido detenida junto a cerca de 600 manifestantes durante la protesta dominical

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Marc Marginedas

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Tras varias semanas de relativa calma, vuelven los arrestos masivos en Bielorrusia. El Ministerio del Interior ha informado este lunes de la detención de 600 personas durante la protesta del pasado domingo contra el presidente Aleksándr Lukashenko, un evento en el que la oposición logró congregar de nuevo a unos 100.000 manifestantes. Además, Maria Kolésnikova, la única de las tres mujeres del liderazgo opositor que aún seguía en territorio bielorruso, ha sido retenida por desconocidos que la introdujeron por la mañana en un coche; a partir de ese momento, su móvil ha dejado de responder a las llamadas telefónicas.

"Es evidente que semejantes métodos (de detención) son ilegales y que no pueden conducir a ningún otro resultado que a la agravación de la situación", ha denunciado el consejo opositor bielorruso. El régimen recurre a una política de "terror", pero "se equivoca si piensa que ello nos va a detener; cuanto más nos intimiden, más la gente saldrá a la calle", ha advertido la líder opositora, Svetlana Tikhonóvskaya

Aunque la represión no ha vuelto a los niveles de los primeros días tras las elecciones presidenciales de agosto calificadas de "fraudulentas" por la oposición, jornadas en las que se llegaron a detener a unas 7.000 personas, muchas de las cuales denunciaron haber sufrido palizas y maltratos, sí es cierto que los observadores han constatado una actitud más agresiva de las fuerzas de seguridad respecto a los manifestantes del domingo que en anteriores semanas. Además, se han dejado ver grupos de agentes vestidos de paisano con la cabeza tapada por una capucha y armados con una capucha realizando arrestos, una novedad respecto a días precedentes.  

Forzar a la oposición al exilio

Con las principales figuras opositoras, las autoridades bielorrusas parecen más interesadas en forzarles que emprendan el camino del exilio, más que en condenarlas a largas penas de cárcel que suscitarían nuevas oleadas de indignación internacional. Tras pasar varios días detenida, Olga Kovalkova, miembro del comité opositor y artífice de las huelgas en empresas públicas de maquinaria pesada que hicieron tambalear a Lukashenko a mediados de agosto, se ha tenido que refugiar en Polonia. Según su versión dada a conocer en Varsovia, la llevaron en un coche hasta la frontera y le obligaron a cruzarla "como antes a Svetlana Tikhonóvskaya". 

La detención en las últimas horas de Maria Kolesnikova podría tener un final similar al de Kovalkova. Sin embargo, a diferencia de Verónika Tsepkalo y Svetlana Tikhonóvskaya, que salieron de su país debido a amenazas que afectaban incluso a su entorno familiar, no esta casada ni tiene hijos, con lo que las uerzas de seguridad tienen menos margen de presión.