DERIVA ULTRACONSERVADORA

El debate sobre el aborto sacude a la sociedad brasileña

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y la ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos, Damares Alves, el pasado 2 de septiembre.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y la ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos, Damares Alves, el pasado 2 de septiembre. / periodico

Abel Gilbert

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Un nuevo caso de violación de una niña ha golpeado esta semana Brasil. Una pequeña de 11 años de Amambai, en el sur del estado de Mato Grosso do Sul, se ha quedado embarazada como consecuencia de la agresión sexual de su padrastro. La policía arrestó al hombre, quien confesó haber violado sistemáticamente a la niña. Pocas semanas atrás, Brasil había conocido un caso similar, el de una menor de 10 años abusada por su tío que abortó tras un fallo judicial que provocó la cólera de la ultraderecha. El Movimiento Legislación y Vida acaba de presentar una denuncia penal contra el médico que realizó esa intervención en la ciudad nordestina Pernambuco. A la vez, el presidente Jair Bolsonaro decidió congraciar a  la bancada parlamentaria evangelista y ordenó por decreto que se endurezcan los requisitos para las víctimas de violación que deseen interrumpir su gestación en un país donde solo hasta junio, al menos 642 niñas de 10 a 14 años fueron ingresadas en un hospital por esas razones.

A partir de ahora, y de modo "persuasivo", el personal médico deberá mostrarle a la mujer o niña el embrión o el feto a través de una ecografía. Pero además, la nueva normativa establece que sea la policía la encargada de aportar a los médicos un "relato detallado" de la violación. La víctima, a la vez, debe ser "advertida expresamente" de que puede ser procesada por fraude y aborto ilegal si no puede probar su denuncia. La semana pasada, más de 2.000 profesionales de la salud y el derecho pidieron la derogación del decreto por trasgredir el Código de Ética Médica y los derechos constitucionales a la privacidad y confidencialidad. Aseguraron también que se obstaculiza el acceso al aborto que la ley habilita cuando existe riesgo de vida para la gestante o el embarazo es resultado de un acto ilegal y violento.

"La vida está por encima"

La ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos, la pastora Damares Alves, respondió con el nombramiento de Teresinha de Almeida Ramos Neves como su asesora. "¡Aunque el feto es especial, el resultado de una violación, la vida está por encima!", suele decir la nueva funcionaria. La figura de Alves empieza a cobrar mayor vuelo. Si a principios del 2019 se mofaban de su deseo de ver a las niñas vestidas de rosa y a los niños de azul, ahora se advierte que es algo más que una figura decorativa en un Gobierno con tres ministros que son pastores. "No hay mejor persona que Damares en ese ministerio", dijo Bolsonaro. De acuerdo con la revista 'Época', su fortaleza está vinculada a la capacidad para "capitalizar políticamente agendas que movilizan a la militancia bolsonarista", como la lucha contra el feminismo y el aborto.

La antropóloga Jacqueline Moraes Teixeira sostiene que Alves es el rostro de una conversión en el mismo seno del Estado. El nombre del ministerio que dirige se llamaba Mujer y Derechos Humanos. Al asumir se le añadió la palabra clave de "Familia". Alves no deja de recordar su ejemplaridad: fue violada por dos pastores a los 10 años. Uno de ellos eyaculó en su rostro. Quiso suicidarse con veneno para ratas. Desistió porque dijo haber visto al mismo Jesús. "Tenía un traje largo, una barba larga. Es la visión que un niño tiene de él".

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