Protestas sociales

La mayor protesta en Chile desde el inicio de pandemia se salda con 21 detenidos

Los manifestantes lanzaron consignas contra el actual Gobierno y se mostraron simpatizantes con la aprobación de una nueva Constitución

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Chile registró en la tarde de este viernes la mayor jornada de protestas desde la llegada de la pandemia al país, con más de 200 personas congregadas en la capitalina Plaza Italia, y se saldó con 21 detenidos.

Los manifestantes lanzaron consignas contra el actual Gobierno y se mostraron simpatizantes con la aprobación de una nueva Constitución en el histórico plebiscito que tendrá lugar el próximo 25 de octubre.

La autoridad recurrió a los habituales carros lanza-aguas para dispersarlos y detuvo a 21 participantes por desórdenes públicos y por el no cumplimiento de las medidas sanitarias dispuestas por la autoridad para enfrentar la crisis del coronavirus y que no permiten reuniones de más de diez personas.

"Tenemos a dos personas detenidas por desórdenes públicos (...), diez por desórdenes simples y ocho por poner el riesgo la salud pública y una persona por ocultación de identidad", concretó el teniente coronel, Rodrigo Soto.

Los enfrentamientos más graves entre los protestantes y el cuerpo policial de Carabineros se concentraron en un parque colindante, donde se lanzaron objetos contundentes.

De forma preventiva, las autoridades chilenas anunciaron desvíos en el transporte público de metro y bus aunque no hubo ninguna interrupción del tránsito vehicular.

La llegada del coronavirus a Chile el pasado mes de marzo silenció las masivas manifestaciones que comenzaron el pasado octubre como respuesta al alza en el precio del pasaje del metro y que se convirtieron en un clamor popular contra el Gobierno y el desigual modelo económico del país.

Hasta este viernes, y como consecuencia de los cinco largos meses de confinamiento que decretaron las autoridades como medida para controlar la crisis sanitaria, solo se habían dado disturbios aislados y contados encuentros que congregaron a unas pocas decenas de personas.

La crisis social, la más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), se saldó con una treintena de muertos y miles de heridos, además de episodios de violencia extrema con saqueos, incendios y destrucción de mobiliario público.

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