Lukashenko intenta atajar las huelgas en Bielorrusia arrestando a sus cabecillas

Un día después de una nueva y <strong>multitudinaria manifestación</strong> opositora en Minsk reclamando el abandono del poder por parte del presidente Aleksándr Lukashenko, continúa la presión sobre los cabecillas del movimiento contestatario en Bielorrusia. Dos miembros del consejo formado por la oposición para negociar con las autoridades una transición pacífica del poder han sido arrestados y acusados de delitos administrativos.

La abogada Olga Kovalkova y Serguéi Diletski han sido aprehendidos por la policía a la entrada de la Factoría de Tractores de Minsk, en huelga desde días atrás. Desde su entorno, se asegura que han sido acusados de organizar una "huelga ilegal". Escenas similares se ha repetido en Minsk, concretamente en la Fábrica de Vehículos Pesados con Aleksándr Lavrinovitch, presidente del comité de huelga en dicha empresa, y en la localidad de Soligorsk con Anatoli Bokun, copresidente del consejo de huelguistas en Belaruskali, productor de potasio.

En opinión de la oposición , todas estas acciones demuestran que Lukashenko no tiene el mínimo interés en iniciar una negociación. "La acción de los agentes del orden contra los miembros del consejo coordinador, así como la apertura de una causa penal tras su creación limitarán las posibilidades de diálogo del consejo", ha declarado a la agencia TASS Pável Latushko, miembro del comité coordinador de la oposición. "Consideramos estos pasos de las autoridades absolutamente ilegales, sobre todo porque el Consejo Europeo solicitó ofrecer a los miembros de la directiva garantias de seguridad; pero ignoran esa demanda y mantienen la presión", ha criticado Lilia Vlásova, a su vez citada a declarar.

Inquietud en los países limítrofes

Mientras tanto, en los países limítrofes de Bielorrusia crece la inquietud de que Lukashenko intente provocar un incidente fronterizo para justificar una eventual oleada represora contra la oposición, a la que acusa de coordinarse con la OTAN. Los gobiernos de Minsk y de Vilnius se han acusado mutuamente de violar su espacio aéreo con motivo de la formación de una cadena humana en el estado báltico de Lituania, desde la capital hasta la frontera, en solidaridad con los manifestantes en Bielorrusia. 

Según la parte lituana, un helicóptero bielorruso se ha adentrado en el vecino país poco antes de que empezara el acto, lo que ha motivado que el embajador bielorruso fuera convocado en el Ministerio de Exteriores en Vilnius para recibir una nota de protesta. Por su parte, Minsk ha asegurado que una sonda compuesta por ocho globos con "símbolos antigubernamentales" estuvo a punto de sobrevolar el espacio aéreo bielorruso.