FALTA DE AVANCES

Las negociaciones entre Bruselas y Londres, en punto muerto

El negociador jefe de la UE para el 'brexit', Michel Barnier, este viernes en Bruselas.

El negociador jefe de la UE para el 'brexit', Michel Barnier, este viernes en Bruselas. / periodico

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El acuerdo de la relación futura entre la Unión Europea y el Reino Unido tras el 'brexit' está en punto muerto. La séptima ronda de negociaciones, celebrada esta semana en Bruselas, ha concluido sin avances significativos y con la acusación mutua de "dificultar" el proceso.

La falta de progresos en las conversaciones empieza a resultar un problema, ya que el calendario avanza y para poder ratificar un eventual pacto se debería de llegar a un entendimiento como muy tarde a finales de octubre. Así lo ha recordado este viernes el jefe negociador europeo, Michel Barnier, antes de declararse "decepcionado y preocupado" por la situación.

"Esta semana, una vez más, como en la ronda de julio, los negociadores británicos no han mostrado una voluntad real de avanzar en asuntos importantes para la Unión Europea", ha manifestado Barnier en rueda de prensa al término de la ronda de negociaciones. "Esta semana parecía en ocasiones que íbamos hacia atrás en lugar de avanzar", ha añadido antes de lamentar la pérdida de "un tiempo tan valioso".

Acceso privilegiado

Bruselas siempre ha insistido en la importancia de mantener una equivalencia reguladora entre ambos mercados como condición para que el Reino Unido pueda mantener un acceso privilegiado, a través de un acuerdo comercial, al mercado europeo, dado el volumen de comercio y la cercanía geográfica entre ambos bloques.

"En esta etapa, el acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea parece improbable", ha abundado Barnier. "En la parte europea, estamos muy preocupados (...). El reloj corre", ha agregado.

Por la parte británica también se han ecuchado reproches. Según el negociador de Londres, David Frost, la UE está haciendo "innecesariamente difíciles" las negociaciones y ha admitido los "pocos progresos" logrados en esta ronda de contactos.

Frost se ha referido en concreto a la insistencia europea de que el Reino Unido se adhiera a las ayudas estatales del bloque y a la política en materia pesquera. "La UE todavía insiste, no solo en que nosotros debemos aceptar continuidad con la ayuda estatal comunitari ay la política pesquera, sino que esto debe ser acordado antes de que cualquier trabajo sustancial se pueda hacer en otras áreas de la negociación", ha subrayado.

El Reino Unido, que salió de la UE el pasado enero, y el club comunitario aspiran a concretar un acuerdo que debería regir el vínculo comercial una vez que termine el actual periodo de transición, el próximo 31 de diciembre.

El problema que hay sobre las discusiones técnicas es la exigencia europea de que el Reino Unido se comprometa a mantenerse alineado con la normativa comunitaria en diversos ámbitos a cambio de acceso económico al mercado único.

Bruselas aspira a mantener el actual statu quo respecto a las cuotas pesqueras, algo que Londres considera inaceptable. El Ejecutivo británico, en cambio, propone negociar esos cupos año a año, de forma similar a como se hace con Noruega.