Crisis en el país andino

Bolivia cumple ocho días de protestas por el aplazamiento de las elecciones

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Abel Gilbert

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Bolivia cumplió este lunes ocho días de protestas en contra del aplazamiento de las elecciones, cuyos efectos ponen más en riesgo su precario sistema de salud en medio de una pandemia que ha provocado al menos 6400 muertos y más de 90.000 contagios. Los sectores movilizados a instancias de la Central Obrera Boliviana (COB) y el llamado Pacto de Unidad, que agrupa a sindicatos  y sectores afines al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del expresidente Evo Morales, mantienen cortadas varias carreteras tras dos intentos fallidos de diálogo. El conflicto político no solo se siente en hospitales, por la escasez de insumos, sino en distintos rubros de una economía ya profundamente golpeada por la crisis sanitaria. El año cerrará con una caída del PIB de casi seis puntos.

"El MAS tiene que levantar los bloqueos que le hacen mucho daño al país, y el Tribunal Superior Electoral (TSE) tiene que dar certidumbre sobre la fecha de la elección", pidió la presidenta interina, Janine Áñez.  Morales abrió luego la puerta de una eventual negociación. "Convoco a dirigentes sociales y pueblo movilizado a considerar propuesta borrador de Acta de Entendimiento trabajada por organizaciones sociales y  el TSE, con la ONU como testigo, para que el 18 de octubre sea, con ley, fecha definitiva, impostergable e inamovible de elecciones", dijo en la noche del lunes. Ese mismo día había sido decidido por las autoridades electorales semanas atrás en reemplazo del 6 de setiembre, alegando los problemas derivados del covid-19. En ese momento se desencadenaron las acciones de rechazo la COB, el MAS y los movimientos sociales, bajo la amenaza, aun vigente, de una huelga general indefinida. La situación se ha empantanado al punto de que ya no hay tiempo para convocar a los comicios el mes venidero y tampoco margen político para realizarlos en noviembre. Tanto el Gobierno como sus adversarios se ven obligados a ceder para no agravar los problemas.

"El balance final muestra que todos los actores políticos relevantes coinciden en estar dispuestos a firmar un acuerdo que fije de manera definitiva el 18 de octubre como fecha de los nuevos y postergados comicios, y sin embargo el país sigue bloqueado, lo cual claramente obliga a buscar qué intereses se esconden detrás de las posturas maximalistas e intransigentes, de las cuales hay abundante memoria en la historia política boliviana", señaló el diario La Razón en su editorial.

Alerta en los hospitales

El Gobierno interino ha denunciado que los bloqueos impiden el paso de cisternas y camiones que llevan oxígeno medicinal, insumos médicos e incluso alimentos, aunque los movilizados aseguran que les están permitiendo avanzar. El puente aéreo dispuesto para trasladar el oxígeno a las regiones donde hace falta no ha sido suficiente para cubrir las necesidades de hospitales en departamentos como La Paz y Cochabamba, donde varios centros de salud se declararon en emergencia.  Los médicos han advertido que las provisiones se agotan y ponen en riesgo a los enfermos de coronavirus así como otros pacientes, entre ellos 12 niños recién nacidos en el Hospital de la Mujer en la capital. "En el momento que les quiten el oxígeno de imprevisto, se mueren", alertó  el doctor Luis Bedregal, neonatólogo. La falta de este elemento ha provocado la muerte de al menos una treintena de personas, según el Ministerio de Salud.

El temor a una tensión todavía mayor flota en el aire. Luis Fernando "el Macho" Camacho, el empresario que tuvo un papel protagónico los días previos al golpe de Estado contra Evo Morales, en noviembre pasado, ha resuelto liderar acciones paraestatales para "desmontar" los bloqueos de las carreteras.  Camacho expresa los intereses de de Santa Cruz, la región más rica del país.  Pero su amenaza preocupa al mismo Gobierno provisional que ayudó a diseñar. El viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, le pidió que se quede en su casa. "Con él compartimos nuestro antimasismo, pero quiero solicitarle que no impulse la violencia en plena pandemia".

La posibilidad de alcanzar un acuerdo para que finalicen las protestas es muy frágil porque los sectores más radicales del Gobierno buscan proscribir electoralmente al MAS. Mientras Morales se mostraba proclive a la negociación, la Fiscalía de La Paz admitía una denuncia contra el ex mandatario y los candidatos a la presidencia y vicepresidencia de su partido, Luis Arce y David Choquehuanca, amplios favoritos en las encuestas,  por "terrorismo y genocidio".  Las autoridades los responsabilizan del crecimiento de los decesos e infecciones por covid-19 como consecuencia de los cortes de carretera y las movilizaciones. La acusación incluye también al principal dirigente de la COB, Carlos Huarachi. "La decisión del Gobierno de facto de llevar un convoy con oxígeno de Santa Cruz a La Paz por donde hay bloqueos, cuando se puede por otras vías, es una provocación que busca violencia. Diálogo es la solución", señaló Morales desde su exilio en Argentina..

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