LA HISTORIA DE UN CONTAGIO

Una sola fuente expandió el coronavirus en el crucero 'Diamond Princess'

Los 700 contagios del barco procedían de la misma mutación del virus, posiblemente de una sola persona

Pasajeros en cuarentena a bordo del 'Diamond Princess, el pasado 6 de febrero en Yokohama.

Pasajeros en cuarentena a bordo del 'Diamond Princess, el pasado 6 de febrero en Yokohama. / periodico

Michele Catanzaro

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Una única introducción del coronavirus en el crucero japonés 'Diamond Princess' generó los 697 contagios y las 7 muertes que ocurrieron en el navío. Una sola persona (o un grupo pequeño como un núcleo familiar) llevó al barco un coronavirus casi idéntico al de Wuhan.

Este se contagió a grandes grupos de viajeros en eventos colectivos que se celebraron en el crucero antes de la cuarentena (como cenas, veladas o bailes), así como en contactos personales (por ejemplo, entre compañeros de camarote) antes y después.

Este es el cuadro de ese brote que emerge de un estudio publicado en la revista 'PNAS' y basado en el análisis genético exhaustivo del virus presente en las muestras nasales de 73 viajeros infectados en el crucero.

El del 'Diamond Princess' fue uno de los primeros brotes masivos de coronavirus. Un viajero de 80 años tuvo tos a partir del 23 de enero y desembarcó en Hong Kong, donde le diagnosticaron el covid-19 el 1 de febrero. Entre el 3 y el 19 de febrero, 3.600 viajeros vivieron la kafkiana experiencia de estar confinados en sus camarotes en el puerto de Yokohama.

Ancestro único

Los autores del trabajo consiguieron la secuencia completa del ARN de los virus de 73 pasajeros, desde unas muestras tomadas entre el 15 y el 17 de Febrero. Lo más impactante es que todas ellas comparten una misma mutación. Esto implica que todos los virus presentes en el barco vienen de un único "ancestro", presente en una persona o un pequeño grupo que lo introdujeron en el navío. Además, este virus es casi idéntico al de Wuhan, lo que sugiere que vino de alguien que estuvo allí, o al menos que estuvo en contacto con alguien de allí.

El estudio ha analizado solo un 10% de los infectados, así que teóricamente es posible que otros viajeros introdujeran otros virus. Sin embargo, eso es "sumamente improbable, dado que la misma mutación se encuentra en el 100% de las muestras secuenciadas", según Jordi García-Fernàndez, catedrático de genética de la Universitat de Barcelona (UB), que no participa en el análisis.

"El estudio no afirma que quien introdujo el virus fuera el señor que desembarcó en Hong Kong, pero los tiempos son coherentes con esta hipótesis, o con que fuera alguien sin síntomas que subiera con él", comenta Gemma Marfany, profesora de Genética de la UB.

A partir de la introducción, el virus se propagó por grupos. Así, 29 personas comparten un virus idéntico al inicial, mientras que cinco presentan uno que tiene una mutación más y otras seis personas, uno con dos mutaciones más.

La mutaciones ocurren naturalmente en los virus a un ritmo determinado y permiten identificar su evolución temporal. Entonces, el cuadro sugiere que el virus fue saltando de un grupo a otro en eventos colectivos, como por ejemplo compartir mesa en una comida. De hecho, los grupos de contagio no corresponden a grupos que se alojaran en un área específica del crucero.

Otros 33 viajeros tuvieron virus estrechamente relacionados con el inicial, pero con mutaciones distintas a la de los grupos y diversas en cada persona. Eso apunta a contagios individuales, que pudieron ocurrir también después de la cuarentena. En algunos casos se ha comprobado que correspondían a personas que compartían camarote.

La cuarentena del 'Diamond Princess' levantó <strong>polémica</strong> e incluso se planteó que pudiera empeorar el contagio. Pero los autores del estudio, todos japoneses, la justifican. Sus hallazgos sugieren que atajó los contagios de grupo y redujo la dimensión del brote, en un momento en que desembarcar a los pasajeros y aislarlos todos en tierra hubiera sido casi imposible. Marfany y Garcia-Fenàndez coinciden con este análisis.