VECINO INCÓMODO

La visita de Borrell evidencia las tensas relaciones entre la UE y Turquía

El alto representante de la UE para los Asuntos Exteriores acude a Ankara para discutir sobre la crisis migratoria y limar las diferencias con el Gobierno de Erdogan

Josep Borrell y el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, este lunes en Ankara.

Josep Borrell y el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, este lunes en Ankara. / periodico

Adrià Rocha Cutiller

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha viajado este lunes a Turquía para reunirse con representantes del Gobierno turco y hablar de las enormes diferencias que, a día de hoy, separan Bruselas Ankara. Borrell, en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, lo ha evidenciado. Las relaciones con Turquía están en mínimos históricos.

"Nuestra relación no es la ideal. Tenemos muchos problemas y, creo, también un interés mutuo en salir de esta situación y evitar cualquier incidente, que solo llevaría más problemas. Queremos diálogo, paz y seguridad, y esto no se consigue con acciones unilaterales", ha dicho Borrell en la rueda de prensa, donde el enfado, a cada minuto, ha ido en aumento.

Borrell y Çavusoglu han tratado, en su reunión, sobre la crisis en Siria y Libia -donde Turquía y Francia, que apoyan a facciones opuestas, viven en una guerra dialéctica dentro de la OTAN-; además de las tensiones con Grecia en el Meditarráneo este; las restricciones de viaje hacia la UE por el covid-19 y la crisis migratoria.

Este, de hecho, ha sido el punto más caliente de la conversación. "Es un problema común y, por lo tanto, tenemos que actuar juntos -ha dicho Çavusoglu-. No se puede esperar que Turquía se ocupe sola del problema de los refugiados".

Puertas abiertas

Este último episodio de máxima tensión se debe, sobre todo, a lo que ocurrió en febrero de este año. Entonces, Erdogan anunció que abría las puertas hacia Grecia para que los refugiados que lo quisieran marcharan a Europa. Grecia reaccionó retornando a los que lo intentaban.

A cambio de cerrar el grifo, Erdogan pidió otro acuerdo migratorio: una reedición del firmado en el 2016. Muchos dirigentes de la UE acusaron al presidente turco de chantaje. Borrell, sin embargo, ha aceptado este lunes que se buscará actualizar ese acuerdo.

"No se puede decir que Turquía amenace a la UE con los refugiados. Tenemos que sentarnos y hablar de migración, y queremos hacerlo sinceramente. Pero señor Borrell, si dejáis que algunos estados bloqueen nuestras intenciones -en referencia a Francia y Grecia-, entonces no nos culpéis a nosotros y digáis que os hacemos chantaje", ha dicho Çavusoglu.