Crisis tras la pandemia

Merkel se reunirá el 8 de julio con la cúpula de la UE para abordar el plan de recuperación

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. / periodico

Silvia Martinez

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La negociación del fondo de recuperación europeo y el nuevo presupuesto de la UE para el período 2021-2027 entra la próxima semana en una fase clave y los llamamientos a los Veintisiete para pisar el acelerador y lograr un acuerdo este mes de julio se multiplican. "Cada día que pasa sin un acuerdo sobre el plan de recuperación hay gente que pierde su empleo, empresas que quiebran y una economía que se debilita. Cada día cuenta", ha recordado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante una rueda de prensa conjunta por videoconferencia con la cancillera alemana, Angela Merkel.

"Tenemos claro dónde están las dificultades, pero todos sabemos que sería bueno lograr un acuerdo en julio. Si necesitamos más tiempo sería una variante menos buena" así que "debe haber un acuerdo en verano. No me puedo imaginar ninguna otra variante", ha insistido también la cancillera alemana, cuyo país ocupará la presidencia rotatoria de la UE los próximos seis meses. Una responsabilidad que hará que su primer viaje oficial la próxima semana sea precisamente a la capital comunitaria para encontrarse con los presidentes de las tres instituciones europeas: Charles Michel (Consejo Europeo), David Sassoli (Parlamento Europeo) y von der Leyen (Comisión Europea). 

La cita tendrá lugar el miércoles 8 de julio en Bruselas con un objetivo: hacer balance de los progresos preparar la negociación política que tendrá su punto álgido en la cumbre europea del 17 y 18 de julio en Bruselas, la primera reunión física de los 27 líderes de la UE desde que la pandemia del coronavirus irrumpiera en Europa y obligará a cerrar fronteras. "Llegar a un acuerdo rápido y ambicioso sobre el plan europeo de recuperación constituye la más alta prioridad de la Unión Europea para las próximas semanas", ha recordado la exministra de Defensa alemana horas antes de su encuentro con el Gobierno alemán. 

Voluntad común de acuerdo

Un acuerdo que requerirá de "la plena participación del Parlamento Europeo" -en cuya mano está avalar o rechazar el presupuesto europeo-, de una coordinación estrecha y, sobre todo, de "un liderazgo político fuerte". Y es que, ha recordado von der Leyen, los estados miembros deben mirar más allá de sus intereses nacionales y pensar en el beneficio de toda la Unión. En este sentido, Bruselas considera que sus dos propuestas -un fondo de recuperación de 750.000 millones con medio billón en subsidios y 250.000 millones en préstamos baratos así como el nuevo marco presupuestario de 1,1 billones- "aportan una respuesta enérgica a las necesidades de Europa".

En su opinión, los "intensos contactos" de los últimos días han mostrado que existe una "voluntad común" de actuar y de buscar "terrenos de entendimiento". Pero no será hasta finales de la próxima semana cuando tenga lugar la prueba del algodón, una vez que el presidente del Consejo Europeo presente la propuesta de compromiso que servirá de base para la negociación y que permitirá empezar a medir las posibilidades de acuerdo.

Propuesta la próxima semana

La intención de Michel, que este jueves ha concluido la primera ronda de bilaterales telefónicas con los Veintisiete con el presidente francés, es mantener intacto el fondo de recuperación propuesto por Bruselas así como la distribución entre subsidios y préstamos, que los países 'frugales' -Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia- aspiran a modificar, lo mismo que los criterios de reparto de los fondos, aunque la cifra global podría reducirse y el equilibrio entre préstamos y transferencias modificarse. El plan sería, en todo caso, concentrar el grueso de los fondos, el 70%, en los primeros años sobre la base de los criterios propuestos por Bruselas (PIB y paro entre 2015 y 2019) y el restante 30% en el 2023 y el 2024 sobre la base de la caída del PIB en los próximos dos años para tener en cuenta el impacto real de la pandemia. 

Para contentar a los países del norte la idea es reducir el volumen del presupuesto global de la UE para los próximos siete años -a entre 1,094 billones y 1,05 billones- y mantener los cheques de compensación a los países que más contribuyen al presupuesto -como los 'frugales', Alemania o el Reino Unido en el pasado- para contener su aportación a las arcas comunitarias y que el resto de Estados miembros exigen erradicar tras el 'brexit'. También se reforzará ña condicionalidad de las ayudas.