El Supremo de EEUU valida el poder de Trump para deportar a solicitantes de asilo

Después de un par de sentencias aciagas para la agenda de Donald Trump la semana pasada, este jueves el Tribunal Supremo ha dado al presidente de Estados Unidos una victoria al reforzar su poder para deportar a solicitantes de asilo. Con el voto a favor de siete jueces y la oposición de dos, el Alto Tribunal ha determinado que aquellos inmigrantes que son detenidos cerca de la frontera no tienen derecho al hábeas corpus y no pueden apelar ante tribunales federales si su petición de asilo es rechazada en la primera instancia de tramitación.

Una ley de 1996 marca que los detenidos a menos de 160 kilómetros de la frontera y hasta dos semanas después de entrar a EEUU pueden ser sometidos a la “retirada acelerada”, el equivalente a una deportación en caliente. La norma crea una excepción para quienes soliciten asilo, cuyo futuro lo determinan oficiales y jueces de inmigración.

El detonante

Es lo que hizo Vijayakumar Thuraissigiam, un ciudadano de Sri Lanka arrestado a unos metros de la frontera en California y que pidió el asilo alegando que había sido golpeado y corría riesgo de persecución y violencia de ser deportado pues es minoría tamil. Aunque el oficial de inmigración le creyó, encontró su relato demasiado vago y le denegó el asilo. Thuraissigiam intentó apelar ante un juez y aunque un tribunal le dio luz verde, otro le denegó poder hacerlo y el Supremo ahora sentencia que ni él ni otros en sus circunstancias tienen ese derecho.

El abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles que le representaba ha advertido de que “alguna gente que enfrenta órdenes de deportación con fallos pueden ser forzosamente expulsados sin supervisión judicial, lo que pone sus vidas en grave peligro”.