CRISIS SANITARIA INTERNACIONAL

China asegura que el brote de covid-19 en Pekin ya está controlado

Los 21 contagiados registrados este miércoles confirman la tendencia bajista desde que el 13 de junio se alcanzara el pico

Personal sanitario realiza pruebas para detectar casos de covid-19 entre la población de Pekín.

Personal sanitario realiza pruebas para detectar casos de covid-19 entre la población de Pekín. / periodico

Adrián Foncillas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“Sí, lo está”, ha respondido esta mañana Wu Zunyou, director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de China, a la pregunta de si el <strong>brote de coronavirus en Pekín </strong>estaba controlado. Los datos sugieren la victoria en esa batalla de los tres días que había anunciado el consistorio para que el susto no derivara en una crisis nacional. Los 21 contagiados registrados este miércoles perseveran en la tendencia bajista desde que el 13 de junio se alcanzara el pico. “En los próximos días seguiremos viendo nuevos casos confirmados, pero la transmisión del virus está bajo control, con lo que la curva se irá aplanando poco a poco”, ha afirmado Wu. Los 158 contagios vinculados al mercado de Xinfadi han medido la gestión sanitaria de la capital después de haber acumulado casi dos meses sin infecciones locales.

El experto ha aludido a la ágil reacción de las autoridades. Más de 350.000 personas vinculadas de una u otra forma al mercado han sido testadas y 30.000 restaurantes han sido desinfectados, barrios enteros han sido confinados, se han recuperado los registros de identidad y las tomas de temperatura en la entrada de los complejos inmobiliarios, todas las instituciones educativas han sido cerradas y los eventos deportivos han sido pospuestos. Sobre la cosmopolita Pekín pesa aún un cerrojo parcial. Más de un millar de vuelos transprovinciales han sido suspendidos esta mañana y las prohibiciones de viajar se extienden a los que han dado positivo por coronavirus, sus contactos cercanos, los que muestran síntomas, los que han pisado el mercado y los residentes de riesgo alto y medio. El resto está obligado a presentar un test negativo practicado en la última semana.

Inquietud

Las alarmas saltaron la semana pasada ante un brote inquietante por la alta densidad demográfica de la capital y su flujo de visitantes. Hasta la meridional provincia de Guangdong han llegado 1.600 personas en los últimos días que habían visitado el mercado y la tercera parte ya han sido testados, según las autoridades. Muchas ciudades han impuesto cuarentenas a los pequineses y Shanghái ha elevado su capacidad de testeo hasta las 70.000 pruebas diarias.

Lo ocurrido en Pekín integra la nueva normalidad a la que habrá que acostumbrarse. La posibilidad de un brote, ha aclarado Wu, era “previsible” y podría haber surgido "en cualquier otro lugar”.  Las autoridades han subrayado las similitudes de este foco y el que inició la pandemia en diciembre en un mercado de Wuhan. La humedad y, probablemente, la higiene mejorable facilitaron la incubación del virus. “Todavía son necesarias más investigaciones, pero creo que estas condiciones hacen que el virus pueda esconderse y sobrevivir. El año pasado, cuando comenzaron los casos en Wuhan, los expertos sospechamos que los animales salvajes podrían ser la causa”, ha añadido.

La crisis pequinesa ha devuelto la atención a los mercados y la Comisión Central de Disciplina e Inspección ya alertó el miércoles de que la mejora de los estándares sanitarios no podía demorarse más. “La epidemia es un espejo que no solo refleja la suciedad y desorganización de la venta al por mayor sino también el bajo nivel de su gestión”, afirmó el máximo órgano disciplinario del partido. Las primeras investigaciones revelaron trazas del coronavirus en la tabla de cortar salmón importado pero se desconoce si llegaron ahí, por el pescado, o por algún trabajador infectado.