POLÉMICA EN FRANCIA

La policía francesa carga contra el Gobierno por las medidas contra el racismo

Los agentes se sienten señalados por los anuncios del ministro del Interior para combatir el racismo

Manifestación de policías en París.

Manifestación de policías en París. / periodico

Eva Cantón

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Al intentar apagar un incendio ha provocado otro. El ministro del Interior francésChristophe Castaner, está contra las cuerdas desde que este lunes declarara una política de tolerancia cero frente al racismo en la policía, obligado por las protestas que ha provocado en Francia el <strong>asesinato del afroamericano George Floyd </strong>a manos de un policía estadounidense.

Aunque dejó claro que la policía francesa nada tiene que ver con la norteamericana, el anuncio de que se prohibiría la técnica del estrangulamiento y de que cualquier sospecha confirmada de racismo conllevaría una suspensión, no ha sentado nada bien entre los miembros de las fuerzas del orden.

Los agentes se sienten estigmatizados y denuncian que Castaner, e incluso el propio presidente, Emmanuel Macron, les ha abandonado y han cedido a la presión de los manifestantes que han salido a la calle para denunciar la violencia policial tras la conmoción mundial nacida en Mineápolis.

'La Marsellesa' frente a Interior

Los representantes sindicales llevan dos días desfilando por el Ministerio, pero la desconfianza con Castaner sigue agrandándose así que, respondiendo a la convocatoria de los sindicatos Alliance, UNAS, Synergie y el Sindicato Independiente de Comisarios de Policía (SICP) este viernes un cortejo policial ha recorrido los Campos Elíseos atronando la avenida con el claxon de una veintena de coches, antes de guardar un minuto de silencio y cantar La Marsellesa delante de Interior.

"Las palabras de Castaner son la gota que colma el vaso", ha dicho el secretario general de Alliance, Fabien Vanhemelryck, reclamando el apoyo del Gobierno y recordando que, entre la revuelta de los chalecos amarillos y el despliegue de las fuerzas de seguridad durante el confinamiento, los agentes están agotados. "No pueden más", ha dicho.

Yves Lefebvre, del sindicato mayoritario Unité-SGP Police-FO, ha llegado a pedir a sus colegas no practicar ninguna detención y concentrarse delante de las comisarías. Una imagen simbólica que se ha repetido en varias ciudades desde este jueves es el de los policías en fila dejando caer las esposas al suelo en señal de protesta.

Ruptura definitiva

La situación de la policía ha provocado numerosas reacciones políticas. La presidenta de Reagrupación Nacional (antiguo Frente Nacional) Marine Le Pen no ha perdido la oportunidad de sacar rédito al malestar y se ha presentado en una comisaría de los Altos del Sena, al norte del país, para "apoyar a las fuerzas del orden abandonadas por su jerarquía política".

En el otro extremo del tablero político, La Francia Insumisa considera que Castaner debería dimitir porque "pone en peligro la institución", según ha señalado el diputado Alexis Corbière en Public Sénat, y el diputado de Los Republicanos Eric Ciotti, ha considerado en Le Figaro que la ruptura entre la policía y el ministro es "definitiva".

Todo en vísperas de una manifestación convocada en París por el comité Adama Traoré -el nombre del joven negro de 24 años que murió en 2016 en la comisaría de policía donde estaba detenido- que la prefectura teme masiva (entre 10.000 y 20.000 personas) y trufada de altercados por la presencia de elementos radicales, chalecos amarillos y jóvenes de la periferia parisina.

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