crisis en el país sudamericano

El Gobierno argentino impulsa el 'impuesto patria' a los más ricos por el covid

Dos jóvenes se asean en la calle en Buenos Aires en plena pandemia del Covid-19, esta semana.

Dos jóvenes se asean en la calle en Buenos Aires en plena pandemia del Covid-19, esta semana. / periodico

Abel Gilbert

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A las nueve de la noche, miles de argentinos repiten desde hace semanas el rito de salir a los balcones a aplaudir el esfuerzo que hacen los médicos y enfermeros para frenar el avance del coronavirus. Las decisiones que ha tomado el presidente Alberto Fernández para combatir una pandemia que hasta el momento mató a unas 200 personas, suscitan a la vez una alta adhesión que se mezcla con esos aplausos.  Las fuerzas opositoras recelan de esa popularidad. Temen que le permitirá al Gobierno acumular demasiado poder político y que el populismo, como dijo el exmandatario de derechas Mauricio Macri, sea peor que el Covid-19.

Por eso se han propuesto librar su primera batalla en medio de la cuarentena e impedir la aprobación en el Congreso de un impuesto a las grandes fortunas. Se trata, según los promotores de la iniciativa, de un gravamen "excepcional" a los argentinos de "mayor capacidad contributiva". El llamado "Impuesto Patria" alcanzaría a los poseedores de tres millones de dólares en adelante. Se busca recaudar unos 3.000 millones de la moneda norteamericana.

El dinero se destinaría a la adquisición de material sanitario. Serviría también para reducir esa presión sobre las vapuleadas cuentas públicas, ayudar a sostener los ingresos de los argentinos que se han quedado en sus casas por la cuarentena, e incluso, alimentarlos. Pero, además, se necesita reactivar una producción económica que ya se encontraba en una situación muy crítica en un país con 16 millones de pobres y cuatro millones en la indigencia; alta inflación y más de 20.000 empresas quebradas surante la anterior etapa de gobierno. La pandemia no ha hecho más que ensombrecer ese horizonte de penas. El PIB caerá este año cinco puntos en el mejor de los escenarios.

"Se pide un esfuerzo mayor a quienes están en mejores condiciones. Regla básica de la solidaridad", señalan los impulsores de la propuesta, entre ellos el diputado Máximo Kirchner, hijo de la actual vicepresidenta y dos veces jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner. "Es un proyecto que tiene nuestro apoyo, hemos estado analizándolo en detalle. Afecta por una vez a aproximadamente a 11.000 personas, de una posición patrimonial muy fuerte, en un momento en que se requieren recursos para financiar políticas de Estado absolutamente necesarias para lidiar con un desafío que no tiene precedentes", dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán. La Unión Industrial Argentina (UIA) y las cámaras agropecuarias lo consideran un golpe de gracia contra la reactivación económica.

Apoyos y controversias

Una reciente encuesta de la consultora Analogías ha dado cuenta de que un 67,7% de las personas entrevistadas se han mostrado "muy de acuerdo" con el "Impuesto Patria" y un 16,1%, "de acuerdo". Cuando días atrás el presidente Fernández hizo saber de su simpatía con la iniciativa, la oposición conservadora intentó promover desde las redes sociales una "cacerolada" para reclamar que, en lugar de un nuevo gravamen, la clase política se reduzca sus salarios si se quiere mejorar las cuentas del Estado. El llamamiento tuvo eco relativo en algunos barrios acomodados. Después de que callaran esas ollas y sartenes, Fernández pidió a sus adversarios evitar la demagogia. "Ninguno de esos funcionarios tiene empresas en el exterior, empresas 'offshore' ni tiene empresas propias para sacar utilidades. Viven de lo que ganan".

Sin nombrarlo, Fernández aludió a Macri, quien en el 2017, y bajo el argumento del "sinceramiento con el fisco", permitió que argentinos más que pudientes blanquearan 116.000 millones de dólares que tenían escondidos en el extranjero. Solo el hermano del entonces presidente y su entorno empresarial regularizaron 50 millones de dólares. A fines del 2019, los argentinos tenían aun activos fuera del país cuantificados en 399.550 millones de dólares, un 47% más que al final del 2015, cuando se inició el Gobierno de derechas. Semanas atrás, el fisco informó a su vez sobre el hallazgo de 950 cuentas en paraísos fiscales que totalizan 2.600 millones de dólares.

El lastre de la deuda externa

Argentina propuso a sus acreedores privados una quita del 5,4% del capital y del 63% de los intereses de la abultadísima deuda externa, y comenzar a pagar en tres años. De esta manera, se ahorraría unos 41.000 millones de dólares.  Parte de los medios de prensa locales hablaron de una oferta "hostil" que no será aceptada. La deuda representa el 88% del PIB y creció 100.000 millones de dólares en los últimos cuatro años. No solo el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha asegurado que ese pasivo es "insostenible" y debe reestructurarse con "una contribución apreciable de los acreedores privados".