ELECCIONES EEUU

Obama oficializa su apoyo a Biden en el duelo con Trump

Obama y Biden durante la comparecencia en la Casa Blanca.

Obama y Biden durante la comparecencia en la Casa Blanca. / EFE / MICHAEL REYNOLDS

Idoya Noain

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Durante meses el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha buscado proyectar imagen de neutralidad e imparcialidad mientras el Partido Demócrata libraba su batalla de primarias para elegir el candidato que se enfrentará en las elecciones presidenciales previstas para noviembre a Donald Trump. Este martes, ya con Joe Biden como presunto nominado tras la suspensión hace una semana de la campaña de Bernie Sanders, Obama ha dado públicamente, y declarándose "muy orgulloso", su respaldo a quien fue su vicepresidente.

Veinticuatro horas después de que el progresista senador de Vermont anunciara su apoyo a su antiguo rival, Obama ha colgado en redes sociales un vídeo dando ese paso. Y en meros 12 minutos, más de tres años después de abandonar la Casa Blanca, ha demostrado estar en plena forma, de oratoria y política. Su mensaje ha combinado humanidad, empatía y rigor ante la crisis del coronavirus con la defensa de Biden como ser humano y como candidato, un guiño claro e imprescindible al ala más progresista del partido y a los seguidores de Sanders recelosos de la moderación de Biden, y la contudente denuncia del fondo y las formas de Trump y los republicanos, cuya política, ha dicho, está marcada por "corrupción, indiferencia, actuación en interés propio, desinformación, ignorancia y pura mezquindad".

Trabajo en la sombra

El paso de Obama era esperado y esperable y culmina meses de un esfuerzo por mantener distancias públicamente de la carrera, aunque en la sombra el expresidente ha estado implicado, y mucho. Como contaba este martes 'The New York Times', Obama "durante meses se mantuvo en cercano contacto con líderes del partido para intentar evitar que se repitiera la prolongada y desagradable carrera de primarias del 2016" que libraron Sanders y la finalmente nominada aquel año, Hillary Clinton.

Una vez que estaba claro que Biden sería prácticamente con seguridad el nominado, llegó a decir a un amigo que necesitaba "acelerar el desenlace" y mantuvo al menos cuatro largas conversaciones con Sanders. Esas charlas, según fuentes cercanas al senador, jugaron un papel significativo en su decisión de suspender su campaña la semana pasada y dar su apoyo este lunes a Biden.

Buscando a los sanderistas

En su mensaje este martes Obama se ha esforzado especialmente por alabar a Sanders, al que ha definido como "un original". Y en un claro esfuerzo por convencer a los seguidores del socialista demócrata ha querido también subrayar el peso y el éxito que ha tenido en hacer más progresista al Partido Demócrata, al que ha recordado que "tendrá que ser osado".

"Si yo me presentara hoy no haría la misma campaña ni sobre la misma plataforma que en el 2008", ha dicho Obama, que ha asegurado que "incluso antes de que la pandemia pusiera el mundo patas arriba, ya estaba claro" que se necesitaba un "cambio estructural real". Y aunque no ha llegado tan lejos como defender directamente propuestas de Sanders como la sanidad universal gratuita o el Green New Deal, ha sugerido que son caminos que deben seguirse yendo más allá de medidas que él adoptó durante sus mandatos como la reforma sanitaria o la firma del Acuerdo de París contra el cambio climático.

Un activo de campaña

Obama, según fuentes de su entorno, está dispuesto a hacer lo que la campaña de Biden pida de él, aunque también aconseja cautela para preservar su capital político y evitar la percepción de que de algún modo está acudiendo al rescate de Biden. Y su entrada en la carrera en cualquier caso va a dar importantes herramientas a Biden.

Obama puede aportar su tirón y popularidad, aunque esos atributos no fueron suficientes para evitar la derrota de Clinton ante Trump. Pero además será trascendental, por ejemplo, su papel para recaudar fondos, misión imprescindible para enfrentar la bestial maquinaria de recaudación de Trumpimparable incluso en medio de la crisis del coronavirus. Solo en el primer trimestre del 2020, la campaña de reelección del presidente y el Comité Nacional Republicano sumaron 212 millones de dólares a sus arcas.