crisis sanitaria global

El coronavirus llega a los campos de refugiados de Grecia

La afectada estaba en el campamento de Ritsona, cerca de Atenas, y ha sido ingresada en un hospital de la capital griega

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campo refugiados ritsona grecia coronavirus / periodico

Adrià Rocha Cutiller

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Todo tenía que ser algo normal, rutinario. Una mujer africana, solicitante de asilo en Grecia y habitante del campo de refugiados de Ritsona, unos pocos kilómetros al norte de Atenas, se desplazó el domingo a un hospital de la capital griega para dar a luz. Todo salió bien.

Después, sin embargo, antes de darle el alta, para cerciorarse, los médicos le hicieron el test del covid-19. Salió positivo: la mujer es la primera habitante de un campo de refugiados de Grecia que tiene oficialmente coronavirus.

"Estamos rastreando sus últimos contactos y tomando todas las medidas necesarias para proteger tanto a los habitantes del campo como a los trabajadores. El marido de la mujer y su nuevo hijo han dado negativo en los tests", ha explicado el portavoz del Ministerio de Salud griegoSotiris Tsiodras, que ha dicho que las autoridades han mandado trabajadores de Sanidad al campo de Ritsona para realizar tests a sus 2.500 habitantes.

De momento, ha asegurado Tsidoras, ninguno ha dado positivo, por lo que Atenas no descarta que la mujer se haya podido infectar en el mismo hospital. De todas maneras, se ha autorizado el envío de mascarillas y guantes al campo de refugiados y se incrementará la supervisión durante los próximos 14 días.

1.300 positivos

Grecia, que declaró la cuarentena total cuando aún había unos pocos cientos de casos, tiene en la actualidad algo más de 1.300 positivos, una cifra mucho más baja que sus vecinos mediterráneos, como Turquía -13.000 positivos- y, por supuesto, España e Italia. En Grecia, por coronavirus, han muerto 49 personas.

Pero esto no significa que el país heleno no se enfrente a graves problemas: muchos temen que el virus llegue a los campos de refugiados del país, con unas condiciones higiénicas y sanitarias más que deficientes, por no usar otra palabra mayor. El peor de ellos -y el más grande- es el de Moria, en la isla de Lesbos. En este campo, hacinadas en tiendas de campaña puestas unas al lado de otras, viven casi 20.000 personas en un espacio con capacidad tan solo para 2.500.

"Si el gobierno griego va en serio a la hora de prevenir la transmisión y la enfermedad del covid-19 entre los refugiados y solicitantes de asilo, tiene que hacer muchos más tests, dar más tiendas y facilitar el acceso a un número suficiente de baños, agua, jabón y demás prevenciones", dijo este martes en un comunicado Human Rights Watch.

Condiciones inhumanas

"Forzar a la gente, algunos de los cuales son poblaciones de riesgo y que podrían enfermar gravemente y hasta morir, a vivir en unas condiciones de hacinamiento insalubres, apretujados en espacios pequeños, es una receta perfecta para la propagación del virus, sin mencionar que es algo degradante e inhumano".

Hasta ahora, las medidas del Gobierno griego para evitar que el coronavirus llegue a los campos han sido simples: cerrarlos a cal y canto y no permitir que sus habitantes puedan salir de ellos bajo ningún concepto. Ni para comprar comida.