Alerta sanitaria mundial

Bretaña acoge a pacientes para rebajar la presión hospitalaria de París

La estrategia del Gobierno francés es evacuar a enfermos graves a regiones que no han alcanzado el pico epidémico

francia traslado pacientes en tren

francia traslado pacientes en tren / periodico

Eva Cantón

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Francia entra en su tercera semana de confinamiento con las cifras de la epidemia de coronavirus disparándose, los hospitales de la región parisina al borde de la saturación y con más enfermos graves evacuados a zonas donde el covid-19 aun no ha golpeado con fuerza.

La estrategia del Gobierno es derivar a pacientes que necesitan asistencia respiratoria hacia regiones en las que la curva de infecciones no alcanzará su pico hasta dentro de varias semanas. El objetivo es dar un poco de oxígeno a los hospitales que ven acercarse el número de camas al de ingresos y evitar que los médicos se enfrenten al dilema ético de tener que elegir a quién intuban.

Si hace una semana era Alsacia la que trasladaba 20 pacientes en un tren de alta velocidad medicalizado desde Estrasburgo hacia la región del Loira, este miércoles han comenzado a evacuarse a Bretaña 36 enfermos de la región parisina, donde se han producido un tercio de los 3.523 muertos en centros hospitalarios registrados hasta ahora en Francia.

A bordo del convoy viajaban nueve equipos sanitarios integrados cada uno de ellos por un médico, un internista, un anestesista y tres enfermeros que partieron de la estación de Austerlitz hacia Saint Brieuc, Brest y Rennes.

 “Hay una necesidad fuerte de solidaridad nacional”, ha dicho ante la prensa el director general de la Agencia Regional de Salud de Bretaña, Stéphane Mulliez, que no descarta que estas operaciones se repitan para acudir en auxilio de las regiones mas afectadas por el coronavirus.

Escasez de fármacos

Este martes, el director general de la Asistencia Pública de los Hospitales de París (AP-HP) Martin Hirsch, advertía de que con 870 personas en reanimación el número de pacientes se aproximaba peligrosamente al número de unidades de cuidados intensivos disponibles.

“Hemos pasado una noche muy difícil. Estamos al límite de nuestra capacidad de hospitalización” ha dicho en France Info el director general de la Agencia regional de Salud de la región parisina, Aurélien Rousseau, quien también ha alertado del riesgo de escasez de determinados fármacos como la morfina o los antibióticos, por la fuerte demanda de moléculas usadas para inmovilizar a los pacientes intubados.

Francia ha más que duplicado el número de pacientes en reanimación en una semana, superando los 5.500, y no se espera que las hospitalizaciones en la región parisina bajen al menos hasta la segunda quincena de abril.

Desde la primera operación de evacuación de pacientes realizada el pasado 18 de marzo se han trasladado 288 enfermos graves hacia regiones con la red hospitalaria menos congestionada usando trenes, helicópteros, aviones del Ejército e incluso barcos, para llevar a pacientes desde Córcega hasta Marsella. Países vecinos como Alemania, Luxemburgo, Suiza y Austria han acogido igualmente a pacientes franceses.

Control parlamentario

En este contexto, el primer ministro, Edouard Philippe, y el titular de Sanidad, Olivier Véran, han comparecido por videoconferencia en la comisión de información parlamentaria creada hace una semana para dar cuenta de la gestión del Gobierno en la crisis sanitaria.

Philippe ha advertido de que el fin del confinamiento no será general ni afectará a todo el territorio por igual y que el combate contra el virus será todavía largo y conllevará “malas noticias”. “Ningún sistema de salud del mundo estaba concebido para hacer frente a una oleada de estas dimensión”, ha defendido.