Crisis sanitaria

Las redes sociales eliminan las opiniones de Bolsonaro que minimizan el coronavirus

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. / periodico

Abel Gilbert

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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cree que  que "algunos gobernadores" estatales "inflan" las muertes por COVID-19, que por el momento ascienden a 159, para justificar las cuarentenas. La subestimación de la pandemia no solo le vale al capitán retirado enfrentamientos dentro y fuera del Gobierno de ultraderecha. Twitter, Facebook e Instagram decidieron eliminar una publicación de Bolsonaro de la red social por considerar que esa  "información errónea" puede "causar un daño real a las personas".

Las imágenes del presidente en la que contradice los llamamientos a la población a resguardarse que hizo su propio ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, han sido consideradas por las plataformas como "violaciones" de los "estándares de la comunidad".

No obstante, el <strong>capitán retirado</strong> se muestra decidido a librar una guerra con las autoridades regionales que, con Sao Paulo y Río de Janeiro a la cabeza, decidieron redoblar las restricciones para frenar la curva de los contagios, que está por llegar a los 5000 casos. 

"Como un hombre"

"Obviamente tienes que evitar que (el virus) se instale en ti, pero no se puede vivir en clima de pánico, en clima de terror. No salir de casa, pasar alcohol en gel hasta para dar un besito a la esposa", se quejó. Al virus, reiteró, se lo enfrenta con virilidad, "como un maldito hombre, no como un niño".

Bolsonaro no duda en recurrir a las "fake news" para defender su postura. Este lunes respaldó una información según la cual el fallecimiento de un reparador de llantas había sido registrado como víctima del COVID-19. Pero, además, el mandatario ha resuelto reducir ostensiblemente el protagonismo de su ministro de Salud. El ministro de la Casa Civil, Walter Braga Netto, aseguró que el presidente no piensa por ahora echarlo del Gobierno por contradecir de manera sistemática las orientaciones del Poder Ejecutivo.

Los pronunciamientos en la Justicia

El presidente de la Corte Federal Suprema (STF), José Dias Toffoli, defendió también el aislamiento social para contener la proliferación del  coronavirus. Toffoli llamó a cumplir las directrices "drásticas" de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para el columnista de O Globo, Rodrigo de Souza, el combate contra la pandemia obliga a la principal autoridad judicial a profundizar su distancia de Bolsonaro.Días atrás, un juez anuló un decreto de Bolsonaro que consideraba "esenciales" los servicios religiosos, una medida que había adoptado a pedido de las iglesias evangelistas que forman parte de su coalición de Gobierno. 

La incomodiad castrense

Bolsonaro cogobierna con las Fuerzas Armadas. Varios uniformados son ministros o tienen cargos de alta responsabilidad en el Estado. Pero dentro de las instituciones ya se detecta un malestar con las opiniones del capitán retirado. De acuerdo con el diario o Globo un síntoma evidente de esa molestia acaba de reflejarse en los clubes para el personal militar, vinculados a cuarteles de Río de Janeiro, que han decidido plegarse a la cuarentena que regirá en ese estado hasta el 15 de abril. Lo mismo ha hecho el Cluv Naval. 

Las Fuerzas Armadas han comenzado a producir en carácter de emergencia alcohol en gel y cloroquina para que puedan llegar a la población. De acuerdo con el dirigente socialdemócrata Ciro Gomes los uniformados viven por estos días "una profunda contradicción". A su criterio, los profesionales en servicio activo "comienzan a sentirse incómodos con la contaminación de la imagen de las Fuerzas Armadas" y la "irracionalidad de Bolsonaro". 

Gomes, quien quedó en tercer lugar en las presidenciales de 2018 que llevaron a la ultraderecha al poder, ha propuesto en una entrevista con la revista Carta Capital una "rebelión" contra Bolsonaro de la población, los gobernadores estaduales y los alcaldes de las grandes ciudades, en caso de que se obstine en sus posturas. El presidente, reconoció, todavía tiene el respaldo de un 25% de los brasileños. Por lo tanto, la relación de fuerzas no perdmite "sacarlo" de la presidencia a través de un juicio político en el Congreso.