Tensión en el país sudamericano

Maduro tilda de "locura" la imputación de Estados Unidos por narcotráfico y Guaidó la avala

maduro

maduro / periodico

Abel Gilbert

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Es una vulgaridad. Son unos cowboys ofreciendo plata por gente que lo que hemos hecho es defender a nuestro pueblo. Eres un miserable Donald Trump". Nicolás Maduro respondió airadamente a la decisión del Departamento de Justicia de los Estados Unidos de imputarlo por el delito de "narcoterrorismo" y ofrecer una recompensa de 15 millones de dólares a quien brinde información que permita su detención. "No se metan con nosotros porque sentirán la furia bolivariana y podemos pelear en cualquiera de los terrenos", dijo. Para Maduro, la acusación lanzada desde Washington es una demostración "de que les estamos ganado". Venezuela está paralizada y en cuarentena por el COVID-19. El día que se conoció la noticia de la primera víctima fatal, el conflicto político que había sido puesto entre paréntesis por la amenaza de la pandemia, recuperó por unas horas su primacía. El diputado Juan Guaidó, a quien EE.UU y otros 54 Gobierno reconocen como "presidente encargado" de Venezuela, avaló el paso dado por la administración Trump. "Confío en que los cargos presentados contra los miembros del régimen están bien fundamentados y ayudarán a liberar al país del sistema criminal que ha secuestrado a nuestro pueblo por tantos años", dijo el líder de la facción opositora más beligerante. Según Guaidó, "estas imputaciones confirman lo que por mucho tiempo los venezolanos sabíamos". 

El Fiscal General, William Barr dio a conocer los fundamentos de la imputación: el Palacio de Miraflores ha intentado "inundar a Estados Unidos"  con 30 millones de dosis de cocaína" en el marco de una acción que ha involucrado al sector de las disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) que retomó las acciones insurgentes. El pronunciamiento de Barr coincide con una denuncia formulada por el Gobierno venezolano de un nuevo intento desestabilizador que, insistió Maduro, es "patrocinado" por EE.UU. La hipótesis de una segunda tentativa golpista se funda en la incautación de un cargamento de armas en la ciudad colombiana de Santa Marta que debía atravesar la frontera.

EL ESCÁNDALO DE LAS ARMAS

El ex general Cliver Alcalá Cordones, quien desertó años atrás del madurismo, reconoció estar involucrado en esa operación. El ex militar reveló que Guaidó estaba al tanto de su tarea. "En un pacto firmado por el señor Guaidó, J. J. Rendón, Vergara, y asesores norteamericanos, venimos trabajando desde hace meses para conformar una unidad militar para la libertad de Venezuela", dijo. A su vez aseguró que "a la reunión con los asesores norteamericanos me envió Juan Guaidó, y allí acordamos hacer una unidad militar y eliminar, quirúrgicamente, a los criminales de narcotráfico y del desastre del país". Lo que Cliver Alcalá no sabía es que Barr lo incluiría junto con Maduro y Diosdado Cabello en la lista de "indeseables" de la que creía haber sido borrado.

"Yo sé que muchos me quieren matar y ahí el caso del traidor de Clíver Alcalá Cordones que responde a los intereses de Guaidó y que confesó que venían a agredir al pueblo de Venezuela", dijo Maduro.  "Hoy se ha develado toda la verdad. El principal implicado Clíver Alcalá Cordones ha dicho toda la verdad (…) Espero que el mundo digiera toda la conspiración que existe desde Colombia", añadió. El Fiscal General, Tarek Wiliam Saab, anunció la apertura de una investigación contra Alcalá Cordones y Guaidó por atentar contra las instituciones.

EL DIÁLOGO IMPOSIBLE

A pesar del nuevo e intenso roce con la oposición, Maduro reiteró un llamado al diálogo a parte de sus adversarios, entre ellos Henrique Capriles Radonski, rival de Maduro en los comicios presidenciales de 2013, y Henry Ramos Allup, el ex presidente de la Asamblea Nacional. "Los espero para conversar. Insisto en que podamos dialogar sobre el coronavirus y conseguir acuerdos”.

Capriles,quien fue privado de sus derechos electorales en los comicios pasados, rechazó el convite. "Señor Maduro, el acuerdo no es conmigo. No soy el presidente de la Asamblea Nacional, ni siquiera soy diputado. El pretender meterlo a uno revela la intención de dividir. No seré un factor de división", dijo.