TRAS DOS MESES Y MEDIO CONFINADOS

Wuhan (China) levantará el 8 de abril la cuarentena por coronavirus

Wuhan, el epicentro del brote del coronavirus, levantará su cuarentena el 8 de abril

La ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en la que comenzó a propagarse masivamente el brote de coronavirus, levantará el 8 de abril la cuarentena que impuso a sus habitantes el pasado 23 de enero, anunciaron hoy las autoridades municipales. / periodico

Adrián Foncillas

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Desde el frente chino llegan despachos esperanzadores. Mañana se abre el cerrojo para los 60 millones habitantes de la provincia de Hubei. En su capital, Wuhan, tendrán que esperar hasta el 8 de abril. La caída de los contagios en la cuna del coronavirus permitirá que uno de los pulmones económicos del país respire.

Wuhan adelantó lo que le esperaba al mundo. Hospitales atiborrados, pacientes desatendidos, médicos desbordados, escasez de material de protección…. Y una estricta y desquiciante cuarentena que ha tensado la paciencia confuciana. Sin pasear al perro, sin bajar a la compra, sin trabajar si no es desde casa. Un confinamiento sin fisuras que desde Occidente se desdeñaba como contrario a los derechos humanos e ineficaz y que ahora rinde sus frutos. También adelanta ahora Wuhan al mundo que, como se escucha en China, nunca falta a su cita la primavera tras el invierno.

Liu, inversor de 35 años, apenas ha bajado un puñado de veces al garaje para encender el motor de su vehículo."Tienes que aprovechar para escribir, leer o practicar cualquier actividad que te tenga distraído", propone como receta. "No sé si estoy cansado o eufórico, de hecho no siento nada en estos momentos. No he planeado nada en especial cuando salga, solo quiero ir a trabajar y que regrese la normalidad de una vez". A su hijo, añade, le ha prometido que irán a Disneylandia en Shanghái y se subirán en el tren de velocidad Maglev.

Encierro relajado

El encierro se ha relajado en los últimos días en Wuhan. Los que viven en urbanizaciones sin contagios registrados en dos semanas pueden salir ya aunque evitando las aglomeraciones. Los habitantes de Hubei tendrán que mostrar en sus móviles el código verde que les acredita como libres de contagio cuando superen los límites provinciales. También deberán escanear los códigos QR para que, en caso de infección, puedan ser identificadas todas las personas con las que estuvo en contacto.

En Wuhan, paradigma de la devastación en enero, se acumulan buenas noticias en las dos últimas semanas. La caída en picado de los contagios, apenas uno en los últimos cinco días. La visita del presidente, Xi Jinping, para certificar que la victoria estaba cercana. La salida del personal médico llegado desde todo el país con el deber cumplido. Las insistentes directrices para retomar la actividad económica. Más de un millar de trabajadores llegaron la semana pasada a la estación de tren de Wuhan y dos constructores de automóviles, Dongfeng Toyota y Dongfeng Motor, producen con normalidad desde el lunes.

El levantamiento de la cuarentena es una urgencia económica y médica. "Muchos han estado confinados durante más de 60 días y eso puede provocar serios problemas de salud mental", señala Qin Qianhong, profesor de la Universidad de Wuhan, al diario South China Morning Post.

El país lidia ahora con una vuelta al tajo que podría arruinar los esfuerzos. Es un riesgo mínimo y obligatorio, sugiere el diario 'China Daily': "Mantener las restricciones de movimiento ahora provocaría más daño que bien", afirma. El primer ministro, Li Keqiang, declaraba hoy que la propagación doméstica ha sido "prácticamente erradicada" pero persiste el riesgo de focos esporádicos.

Inquieta ahora el flujo de “refugiados médicos”. Son los millones de chinos que regresan de países azotados por el coronavirus y que arruinan las estadísticas oficiales. De los 78 contagios registrados ayer, s0lo cuatro son locales. El resto corresponden a viajeros y 31 fueron detectados en Pekín.