CRISIS SANITARIA INTERNACIONAL

Gaza teme una catástrofe con el coronavirus por su precaria situación

Palestinos se protegen con máscaras durante el sermón del viernes, en Jan Yunis, Gaza.

Palestinos se protegen con máscaras durante el sermón del viernes, en Jan Yunis, Gaza. / periodico

Ana Alba

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La próxima crisis humanitaria en la Franja de Gaza no estará causada por una ofensiva israelí sino por la pandemia del <strong>coronavirus</strong>. Esto es lo que temen médicos, expertos y ciudadanos.

Desde que la pasada madrugada, el Gobierno del grupo palestino islamista Hamás, que hace casi doce años que controla la Franja de Gaza, anunciara que se habían confirmado los dos primeros casos de coronavirus, el miedo ha comenzado a apoderarse de los dos millones de palestinos que habitan este territorio de tan solo 364 Km2, sometido a un bloqueo por tierra, mar y aire por parte de Israel con la ayuda de Egipto.

"Pensábamos que con el bloqueo y el aislamiento de Gaza íbamos a estar a salvo del coronavirus, pero no entiende de fronteras y aislamiento, todo el mundo es vulnerable a tener la enfermedad", explica por teléfono a El Periódico Osama al Akluk, jefe de la Unidad de Neurocirugía y vicedirector del Hospital Al Shifa, el más importante de la ciudad de Gaza.

"La gente estaba tranquila pensando que estábamos aislados del mundo, pero ahora se están tomando las cosas en serio", añade el médico.

Aislados en una escuela

Los contagiados son dos palestinos que entraron en Gaza procedentes de Pakistán. "A su regreso, los llevaron a una escuela de aislamiento para gente en cuarentena, presentaban síntomas parecidos a los del coronavirus, les hicieron las pruebas y dieron positivo. Los han llevado a un hospital cerca de la ciudad de Rafah (sur de la Franja), preparado para el aislamiento", comenta Al Akluk.

Según el director del Ministerio de Sanidad de Gaza, Yusef Abu al Rish, los afectados no tuvieron contacto con la población general al llegar a Gaza sino que fueron directamente al hospital. Pero otras fuentes señalan que mantuvieron contacto con gente en la frontera y la escuela aislada.

Al Akluk dice que el grupo que estuvo con los contagiados en el paso fronterizo se encuentra en cuarentena. La frontera de Rafah solo permanece abierta para los que desean regresar a Gaza.

El paso de Erez, en los límites de la Franja con Israel, está cerrado desde hace días. Nadie entra ni sale. Habitualmente es muy difícil que los palestinos consigan un permiso israelí para salir de Gaza, pero ahora es imposible, excepto en unos pocos casos humanitarios.

La vida se detiene

"La vida en la Franja ha empezado a pararse, desde hoy a un ritmo más rápido. Están prohibidos los festivales, bodas, los cafés y los grandes lugares de celebración de bodas y eventos están cerrados y se han impuesto normas sobre los rezos" en mezquitas e iglesias, cuenta un periodista gazatí en una llamada telefónica.

"La gente se ha empezado a quedar en casa por voluntad propia, son más listos que el gobierno y solo salen para lo necesario. La vida empieza a congelarse y creo que en los próximos días irá en aumento. Estos dos casos han asustado mucho a la población, y es mejor porque así todo el mundo se quedará en sus casas", añade el periodista.

Las autoridades han decretado también el cierre de escuelas y han reducido los días de los funerales de tres o cuatro a uno. Además, han prohibido a los gazatís darse la mano o besarse en estos acontecimientos.

Aumento de las compras

El miedo a tener que estar confinados varios días ha provocado hoy un aumento de las compras en mercados y tiendas. En Gaza, el domingo es un día laborable.

"Mi madre acaba de llegar a casa del campo de refugiados de Jabalia y me ha dicho que estaba abarrotado de gente comprando en previsión de un confinamiento. Algunos han empezado a limpiar y desinfectar calles que hoy están medio vacías si comparamos con los días normales", relata por teléfono a este diario Nidal, traductor de inglés de la localidad gazatí de Beit Lahia.

Nidal teme que el contagio del cornavirus se expanda como la espuma en Gaza, debido a la masificación de la población. La Franja es uno de los lugares más densamente poblados del mundo.

El 80% de los habitantes son refugiados

El 80% de sus habitantes son refugiados y muchos viven en campos que emperazon siendo tiendas de campaña y se convirtieron en edificios de pésima construcción, en calles angostas e insalubres.

En un territorio donde el paro supera el 48%, muchos de los refugiados dependen de la ayuda alimentaria de organismos como la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), que también proveé servicios de educación y sanidad.

Muchas familias, que en general son muy numerosas, viven hacinadas en pisos de dos habitaciones, sufren horas de cortes de electricidad y agua, un bien que escasea en Gaza. El 97% del agua no es potable y la gente se ve obligada a comprarla.

"Va a ser un horror"

El doctor Al Akluk señala el problema del agua y el suministro de electricidad y combustible como otra dificultad añadida al precario sistema sanitario de la Franja.

"Si Alemania e Italia no pueden hacer frente a esto, imagínate nosotros. Estamos en una situación muy frágil, va a ser un horror. Si empieza la epidemia en Gaza no sabemos cómo va a terminar. Tanta población es muy vulnerable para cualquier enfermedad. Y más porque el coronavirus tiene un índice de propagación muy alto. No podremos resistir mucho tiempo", lamenta el vicedirector del Hospital Al Shifa.

Al Akluk espera que Hamás y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), liderada por el movimiento Fatah, “dejen atrás sus diferencias y se coordinen para combatir el coronavirus”.

El primer ministro palestino, Mohamed Shtayeh, ha decretado este domingo el confinamiento de Cisjordania a partir de la noche. Los casos positivos de COVID-19 en este territorio palestino ocupado por Israel son 52, la mayoría concentrados en Belén y leves. En Israel, los contagiados son casi mil y ha fallecido una persona.