PANDEMIA GLOBAL

Los talibanes se abren a cooperar con la OMS y la Cruz Roja para combatir el coronavirus

Trabajadores sanitarios esperan toman la temperatura a los asistentes a un acto oficial, el pasado 9 de marzo en Kabul.

Trabajadores sanitarios esperan toman la temperatura a los asistentes a un acto oficial, el pasado 9 de marzo en Kabul. / periodico

Reuters

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Alarmados ante la perspectiva de que la epidemia de coronavirus se extienda a las partes de Afganistán que se hallan bajo su control, los talibanes se han comprometido a trabajar con los trabajadores sanitarios en lugar de matarlos, como se les ha acusado en el pasado.

El pasado mes de septiembre, los talibanes levantaron la prohibición de trabajar en su territorio a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Cruz Roja, una prohibición impuesta en abril por los recelos de los talibanes ante campañas de vacunación contra la poliomelitis.

No obstante, la actual pandemia del covid-19 y los efectos que está teniendo en todo el mundo parece que han abierto los ojos de los insurgentes.

Cooperación y coordinación

"El Emirato Islámico, a través de su Comisión de Salud, garantiza a todas las organizaciones internacionales de salud y a la OMS su disposición a cooperar y coordinarse con ellas para combatir el coronavirus", ha manifestado el portavoz de los talibanes, Suhail Shaheen, en Twitter.

Durante el 2019, al menos 51 trabajadores sanitarios, pacientes y personal de apoyo fueron asesinados y 142 más resultaron heridos como consecuencia de ataques dirigidos contra la atención sanitaria en Afganistán. Como resultado de estos atentados, se cerraron 192 centros de salud, de los cuales solo 34 se volvieron a abrir. Las autoridades afganas atribuyeron la responsabilidad de estos ataques a los talibanes, aunque estos lo negaron.

Afganistán cuenta con 22 casos confirmados de coronavirus y aumenta la preocupación por el peligro de contagio entre los miles de afganos que cruzan la frontera con Irán, uno de los países más afectados por el covid 19.

El precario sistema sanitario del país se vería, sin duda, desbordado si el virus tomara fuerza. Además, después de 18 años de guerra, el Gobierno de Kabul solo controla aproximadamente la mitad del territorio. El resto están controlado o disputado por los talibanes, que hace unas semanas firmaron un acuerdo de paz con Estados Unidos pero todavía no han iniciado conversaciones con el Ejecutivo.

Peor atención alas mujeres

Las comunidades en las zonas rurales de etnia pastún bajo dominio talibán podrían sufrir las consecuencias de su pasado insurgente en mayor dificultad para obtener apoyo sanitario. Este acceso puede ser peor aún para las mujeres en estas comunidades, debido a las actitudes machistas de estas comunidades.

Rahila, una mujer de 31 años habitante de la provincia de Takhar, explica que en su poblado, de una área bajo control talibán, hay una clínica con solo médicos hombres. "Cuando nos ponemos enfermas, no se nos permite ir al médico, sino que nuestros maridos nos traen las medicinas", añade Rahila, que no da su nombre completo por razones de seguridad.

"¿Quién va a hacer pruebas a las mujeres? ¿Qué pasará si una mujer se contagia de coronavirus?... Todo el mundo en nuestra aldea se infectará", agrega.

Mensaje de muyahidines y mulás

Zabihullah Mujahid, también portavoz de los talibanes, asegura a Reuters que los combatientes están instando a la gente a escuchar a los trabajadores sanitarios y los mensajes de los mulás, y obligarán a los que desobedezcan a cumplir las directrices que se marquen.

"Nuestros muyahidines están ayudando a los trabajadores sanitarios a difundir el mensajes sobre los peligros del covid-19 entre la población de las áreas que controlamos", subraya.

Las autoridades religiosas también serán consultadas sobre si las reuniones en las mezquitas deben suspendenrse si el problema de salud se intensifica, añade.

Un comandante talibán de la provincia de Helmand, en el sur, ha manifestado que proporcionarán los servicios necesarios a las personas infectadas, pero ha avisado de que no cuentan con instalaciones adecuadas ni personal capacitado para hacer frente a una epidemia.

No obstante, Waheed Omer, ayudante del presidente Ashraf Ghani, ha asegurado que sigue recibiendo informes de acosos de talibanes a trabajadores sanitarios en algunas áreas. "Deberían parar de inmediato", tuiteó el miércoles.