EEUU comienza una ofensiva contra las milicias en Irak tras el ataque a la base militar

Estados Unidos lanzó la pasada madrugada ataques contra puestos de la milicia chií Kata'ib Hizbulá (KH) en Irak, después de que dos soldados estadounidenses y uno británico murieran en una acción contra fuerzas de la coalición, según informó este viernes el Pentágono.

El Departamento de Defensa indicó en un comunicado que se trata de "ataques defensivos de precisión" contra cinco instalaciones de almacenamiento de armas que buscan "deteriorar significativamente" la capacidad de las milicias de realizar futuras acciones. Según denunció este viernes el Gobierno de Irak, como consecuencia de esta ofensiva murieron cinco militares iraquís y un civil.

Bagdad expresó su "fuerte rechazo a este ataque (...) que infringe el principio de cooperación entre las fuerzas de seguridad iraquís y las partes que planearon y perpetraron este ataque traidor" y lo consideró una violación a su soberanía.

Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Irán advirtió este viernes a EEUU sobre la realización de "movimientos peligrosos" en Irak e insistió en que las tropas estadounidenses deben abandonar la región. Asimismo, aconsejó a Washington que "evite seriamente propagar el virus de culpar a otros y hacer acusaciones con el objetivo de justificar comportamientos ilógicos y evadir su responsabilidad".

Estrategia de defensa

"Estos ataques fueron defensivos, proporcionales y en respuesta directa a la amenaza planteada por los grupos de milicias chiíes respaldados por Irán que continúan atacando bases que albergan las fuerzas de la coalición", manifestó el Pentágono.

La nota confirmó que dos estadounidenses y un británico perdieron la vida en un ataque contra la instalación militar de Tayi, que causó además heridas a otros 14 soldados.

Según Estados Unidos, ese fue "el último de una serie de ataques con cohetes" cometidos por las milicias que acusa de estar respaldadas por Teherán, en los que han muerto cinco personas y docenas más han resultado heridas, entre ellas integrantes de las fuerzas de seguridad iraquís.

"Estados Unidos no tolerará ataques contra nuestra gente, nuestros intereses o nuestros aliados", señaló el secretario de Defensa, Mark Esper, citado en el comunicado. Esper aseguró que, como han demostrado en los últimos meses, tomarán "las medidas que sean necesarias" para proteger a sus fuerzas en Irak y en la región.

Ataques continuos

El pasado 13 de febrero se conoció que varios cohetes impactaron en el interior de la base militar K1 de Kirkuk, en el norte de Irak y donde están presentes tropas estadounidenses, la misma en la que el 27 de diciembre murió un contratista en un ataque que acabó desencadenando una escalada de tensión en la región.

En respuesta a la muerte del contratista, Washington atacó posiciones de KH causando 25 muertos en sus filas, lo que desató la ira de simpatizantes y milicianos de esa minoría del islam que asaltaron la embajada estadounidense en Bagdad, hecho del que EE.UU. acusó a Irán.

El 3 de enero, EEUU llevó a cabo un ataque en Bagdad que se cobró la vida del general iraní Qasem Soleimaní y del vicepresidente de las milicias de Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, lo que provocó uno de los picos de tensión más altos entre Washington y Teherán desde 1979, cuando dejaron de tener relaciones diplomáticas.