TENÍA 100 AÑOS

Muere Javier Pérez de Cuellar, exsecretario general de las Naciones Unidas

Negociador incansable, ha sido el único latinoamericano en ocupar este cargo en la ONU

Javier Pérez de Cuellar, exsecretario general de la ONU, muere a los 100 años

Javier Pérez de Cuellar, exsecretario general de la ONU, muere a los 100 años. / periodico

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El peruano Javier Pérez de Cuellarexsecretario general de las Naciones Unidas (ONU), ha muerto este miércoles a los 100 años de edad, según ha informado su hijo Francisco Pérez de Cuellar. El que también fuera exprimer ministro de Perú ha fallecido en su domicilio por causas naturales.

"Mi papá falleció después de una semana complicada, ha fallecido a las 08:09 de la noche y descansa en paz", ha señalado Francisco Pérez de Cuellar. El velatorio será privado y el viernes el cuerpo del diplomático será trasladado hasta la sede de la Cancillería peruana, antes de ser enterrado con honores de jefe de Estado en el antiguo cementerio Presbitero Maestro, de Lima, con la presencia del presidente de Perú, Martín Vizcarra.

Vizcarra ha lamentado "profundamente el fallecimiento de don Javier Pérez de Cuellar, insigne peruano, demócrata a carta cabal, quien dedicó su vida entera al trabajo por engrandecer a nuestro país". "Expreso, en nombre de todos los peruanos, mis sentidas condolencias a su familia", remarca en un mensaje en Twitter.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, también ha trasladado sus "condolencias a la familia y amigos de Javier Pérez de Cuellar, al Gobierno y pueblo del Perú y a la gran familia de las Naciones Unidas". "Una gran pérdida para todos", ha añadido.

Pérez de Cuellar, que fue el primer iberoamericano en ocupar la secretaría general de las Naciones Unidas, cumplió 100 años el pasado 19 de enero, alejado del escenario público desde hace varios años por su delicado estado de salud.

Negociador incansable

El que fuera secretario general de la ONU entre 1982 y 1991 ha sido uno de los peruanos de mayor relevancia histórica en la esfera política y diplomática. Considerado un negociador incansable, efectivo, paciente y cauteloso, durante sus diez años al frente de la ONU, Pérez de Cuellar mostró un gran interés por los países del tercer mundo y actuó de pacificador en diversos conflictos internacionales.

Entre sus numerosas intervenciones al frente de la ONU, desempeñó un papel decisivo como intermediario en la guerra de las Malvinas, que enfrentó en 1982 a Argentina con Gran Bretaña, y consiguió que el iraquí Sadam Husein y el iraní Ruholá Jomeini acordasen la paz a través de la resolución 598 del Consejo de Seguridad, aprobada en 1987.

También dedicó sus esfuerzos en favor del Grupo de Contadora, marco básico para la pacificación de Centroamérica, y para la salida negociada de las tropas soviéticas de Afganistán, además de interceder en las negociaciones para la independencia de Namibia y en el conflicto del Sahara entre Marruecos y el Polisario.

Intercedió en los contactos Chipre-Turquía y bajo sus auspicios se produjo, en enero de 1990, un acuerdo sobre un plan de paz de la ONU para Camboya; además de haber sido uno de los más destacados mediadores en el conflicto del Golfo Pérsico.

Su historia particular

Nacido en Lima el 19 de enero de 1920, y de familia aristocrática, Javier Felipe Ricardo Pérez de Cuellar Guerra se casó en primera nupcias con la francesa Yvette Roberts, con quien tuvo dos hijos, y posteriormente con la peruana Marcela Temple Seminario, con quien tuvo otros dos hijos.

Estudió Derecho en la Universidad Católica de Lima y en 1940 comenzó su carrera diplomática al incorporarse al Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú.

Cuatro años después fue nombrado secretario de embajada en París, para luego pasar a Londres, La Paz y Río de Janeiro, y también fue miembro de la delegación peruana en el primer período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, en 1946.

Sus ascensos en la ONU

En septiembre de 1975, fue designado Representante Especial del entonces secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, en Chipre, puesto que desempeñó hasta diciembre de 1977 y desde el que consiguió uno de sus mayores logros diplomáticos: persuadir, en 1975, a los líderes de las comunidades griega y turca de la isla para que se comprometieran a negociar.

El 27 de febrero de 1979 fue nombrado secretario general Adjunto de Asuntos Políticos Especiales de las Naciones Unidas y en mayo de 1981 se reintegró al Ministerio de Exteriores, aunque continuó representando al secretario general de la ONU en los temas afganos.

El 12 de diciembre de 1981 fue elegido secretario general de la ONU para el periodo 82-86, con lo que se convirtió en el primer diplomático iberoamericano en ocupar el alto cargo. En 1986, Pérez de Cuellar manifestó su intención de no presentarse para un segundo mandato pero, de todas maneras, fue reelegido el 10 de octubre de ese año.

El 31 de diciembre de 1991 fue sustituido como secretario general de las Naciones Unidas por el egipcio Boutros Ghali y en 1992, fue nombrado presidente de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo de la Unesco.

La política peruana

En 1995 presentó su candidatura a la presidencia peruana por el partido Unión por el Perú (UPP) y obtuvo el 21,7 % de los votos, frente al 64,4 % de Alberto Fujimori, quien fue reelegido para un segundo mandato presidencial.

En noviembre de 2000 asumió el cargo de ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Transición de Valentín Paniagua, quien asumió la Presidencia durante un año tras la renuncia de Fujimori en medio de un escándalo de corrupción.

En septiembre de 2001 fue nombrado embajador peruano en Francia y representante ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Además de haber recibido numerosas condecoraciones en Perú y en más de treinta países, doctorados "honoris causa" de medio centenar de universidades, recibió premios como el Príncipe de Asturias a la Cooperación Iberoamericana (España, 1987), el Premio Olof Palme (Suecia, 1988) y el Jawaharlal Nehru (India, 1989).