Gira por Europa

París le entrega a Lula da Silva el título de ciudadano de honor

El expresidente de Brasil fue galardonado por la alcaldesa Anne Hidalgo quien aprovechó este evento para reforzar su campaña de reelección con la figura de un símbolo de la izquierda latinoamericana

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El Periódico

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Elevado a la categoría de icono de la izquierda internacional, el expresidente de Brasil, Luiz Inazio Lula da Silva, inició en París una gira europea consagrada al combate contra la pobreza y los derechos humanos, que quiere aprovechar para denunciar el deterioro de ambos en su país.

Lula recibió la ciudadanía de honor de la capital francesa, una distinción que menos de 20 personas poseen y que le fue concedida mientras estaba prisionero en su país condenado por corrupción.

El expresidente aprovechó para defender su inocencia y atacar a las instituciones que le llevaron a prisión, donde cumplió año y medio de los 8 a los que fue condenado, dijo por la reacción de una oligarquía que no acepta las políticas para lograr la igualdad que puso en marcha durante los años de Gobierno del Partido de los Trabajadores.

Su influencia en París

A lo largo de la jornada, Lula se entrevistó con diferentes figuras de la izquierda, incluida La Francia Insumisa y el Partido Socialista, almorzó con el expresidente socialista François Hollande y se reunió con el fotógrafo Sebastiao Salgado.

Pero su mayor respaldo se lo reservó a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en plena campaña para la reelección, junto a quien protagonizó un mitin político. Ahí fue donde la figura de icono de la izquierda que representa Lula cobró una mayor dimensión.

La campaña de la regidora quiso amortizar al máximo el símbolo que representa Lula, de quien Hidalgo destacó su combate por los derechos humanos y contra la pobreza. En ambos casos, las voces de la alcaldesa y del expresidente confluyeron en denunciar el cambio de rumbo que ha sufrido Brasil desde la llegada al poder de Jair Bolsonaro a finales del año pasado.

Hidalgo apoyó la lucha de Lula contra el actual presidente, que simboliza la del ascenso de los populismos autoritarios en todo el mundo, un combate que puede trasladarse también a la capital francesa.

Lula habla sobre Francia

Lula se mostró agradecido y quiso poner también su piedra en favor de la victoria de la izquierda en las municipales de París. "Todas las conquistas de Europa están siendo ahora retiradas (...) Nunca pensé que en mi país llegaría el fascismo. Es el resultado de que la gente ha dejado de creer en la política", aseguró Lula.

El expresidente se mostró crítico con la situación política de Francia, criticó la reforma de las pensiones planeada por el presidente francés, Emmanuel Macron, y pidió un giro de izquierdas que aseguró, debe comenzar con mantener a Hidalgo en el Ayuntamiento de París.

"Cuando vayan a votar, dejen el odio en casa y metan en la urna la esperanza en conseguir la sociedad con la que sueñan, la que quieran dejar a sus hijos", señaló Lula, que estuvo respaldado por su sucesora, Dilma Rousseff, y del excandidato Fernando Hadad.

La también expresidenta por su parte, incluyó a Hidalgo en el grupo de mujeres que más poder tienen en el mundo y animó a votar para que complete su labor que, dijo, tiene una dimensión internacional por su compromiso en la protección medioambiental.

Ciudadano de honor

Antes, el expresidente brasileño había sido aclamado en el Ayuntamiento, donde recibió el título de ciudadano de honor de París. En un discurso lleno de referencias políticas a su acción y de críticas a la actual administración, a la que acusó de llevar a cabo "políticas deliberadamente criminales" contra los pueblos indígenas y una "abolición paulatina de la Constitución y el estado de derecho".

El expresidente valoró especialmente el reconocimiento de una ciudad "que tiene un apego especial a los derechos humanos y que siempre ha acogido a los brasileños y a los latinoamericanos que los han defendido".

Recordó que fue en octubre pasado, en pleno periodo de encierro, cuando se le concedió la ciudadanía de honor y que aquello fue un acicate para mantener la fe en la libertad. "El pueblo de París, como en tantas otras ocasiones, nos ayudó. París rompió un muro de silencio que escondía los crímenes cometidos contra la democracia en Brasil", aseguró.

Una fuerza que todavía mantiene y que, aseguró, seguirá poniendo al servicio de las causas en las que cree. "Ahora tengo 74 años, pero me encuentro con las fuerzas de cuando tenía 30. Estoy más motivado que nunca para reconquistar la democracia en nuestro país", dijo Lula.

Su gira europea proseguirá en Ginebra, donde el próximo día 6 participará en un encuentro con representantes del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). En Berlín, la última etapa del viaje, se reunirá con líderes políticos y representantes del movimiento sindical alemán, además de participar en un acto público en defensa de la democracia en Brasil.