ESCALADA MILITAR EN SIRIA

Rusia envía dos fragatas al Mediterráneo y culpa a Turquía de la escalada en Siria

Rebeldes sirios apoyados por Turquía en la ciudad de Saraqib.

Rebeldes sirios apoyados por Turquía en la ciudad de Saraqib. / periodico

Marc Marginedas / Adrià Rocha Cutiller

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Rusia ha adoptado este viernes nuevos gestos de desafío y apoyo a la ofensiva militar de su aliado, el régimen de Bashar el Asad, en la provincia siria de Idleb, horas después de que una treintena de soldados turcos perdieran la vida durante un bombardeo sirio. Moscú ha despachado a aguas del Mediterráneo a dos fragatas y ha culpado al Ejército de Turquía de la escalada miltar en el país árabe, que ha provocado un éxodo de cerca de un millón de personas.

Por su parte, la artillería turca ha disparado esta mañana contra posiciones del Ejército sirio en la frontera de la región de Idleb y en Lataquía, donde están las bases militares rusas en Siria. Por los ataques turcos, según el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos (SOHR), han muerto 16 soldados leales a Bashar el Asad.

"Todos los puntos que conocemos del régimen de Damasco serán puestos bajo nuestro fuego, tanto aéreo como terrestre. No podemos sentarnos y mirar cómo se repite en Siria lo que pasó en Ruanda y Bosnia. Ni dejaremos que la sangre de nuestros valientes soldados caiga sin venganza", ha dicho esta pasada madrugada el director de comunicaciones de la presidencia turca, Fahrettin Altun.

En  el en 2018, Turquía y Rusia, nuevos aliados, firmaron un pacto según el cual Ankara prometía controlar la región de Idleb y eliminar de ella a los varios grupos yihadistas que allí operan. Moscú, por su parte, se comprometió a parar los bombardeos y crear un alto el fuego que sirviese para proteger a los cerca de 3,5 millones de civiles que viven en Idleb.

Pero nadie ha cumplido su parte. Los grupos yihadistas no solo no han sido erradicados de la región, sino que han ganado poder e influencia dentro de Idleb. Y el alto el fuego nunca ha sido realidad: los bombardeos, tanto rusos como de Asad, han sido constantes y diarios durante los últimos años. Y en la mayoría de los casos han tenido como objetivo a civiles.

Con el inicio de 2020, Asad empezó una ofensiva militar con todo para conquistar la zona. Rusia no solo se lo ha permitido sino que le ha estado ayudando. Y Turquía, que teme una nueva crisis de refugiados, ha prometido pararlo: ha armado con misiles tierra-aire a los rebeldes sirios y ha mandado a cerca de 8.000 soldados turcos dentro de la región.

Noticias constantes desde febrero

Las noticias de soldados turcos muertos —uno un día, dos otro, tres el siguiente— han sido constantes este febrero. Y, ahora, la última: 33 muertos de golpe, en un solo bombardeo. Rusia, que asegura no tener nada que ver, dice que los soldados turcos estaban junto un convoy de milicianos de Hayat Tahrir al Sham, antigua filial de Al Qaeda en Siria. El ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, lo ha negado por completo.

“Asad, líder de un Estado terrorista, pasará a la historia como un criminal de guerra, y el régimen pagará un precio enorme por este ataque traicionero”, ha dicho este viernes Fuat Oktay, vicepresidente turco. De momento, Erdogan aún no ha hablado en público.

Erdogan sí ha habado por teléfono con Vladímir Putin, según ha informado el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Moscú <strong>ha culpado</strong> a la parte turca de la muerte de una treintena de sus soldados durante un bombardeo, y ha puntualizado que su aviación no es responsable de ello, ya que en ese momento no estaba llevando a cabo operaciones en la zona.

"Los militares turcos se encontraban entre unidades combatientes de grupos de terroristas, y han caido bajo el fuego de los soldados sirios", según se afirma en un comunicado emitido por el Ministerio de Defensa. Para Moscú, Turquía está violando los acuerdos a los que ha llegado con Rusia apoyando a las fuerzas rebeldes con artillería y aviones no pilotados.