Cinco obstáculos a resolver en el presupuesto de la UE

"Hay discrepancias de opinión importantes respecto al contenido de la propuesta. Ahora son los líderes quienes tienen que examinarla y tomar una decisión", resumía el lunes la secretaria de Estado croata para Asuntos Europeos, Andreja Metelko-Zgombic, tras el primer debate celebrado por los Veintisiete sobre el marco financiero plurianual de la UE para el período 2021-2027. El plan de presupuesto sobre la mesa no ha convencido de momento a nadie y se enfrenta a cinco grandes obstáculos.

El tamaño del pastel

El punto de partida de la negociación será un presupuesto de 1.095 billones de euros (1,074% de la Renta Nacional Bruta) para el período 2021-2027. Un montante ligeramente superior al 1,07% propuesto a finales del 2019 por la presidencia finlandesa de la UE, superior al 1% que reclaman como máximo Holanda, Dinamarca, Suecia y Austria, pero inferior al 1,114% planteado por la Comisión Europea (1.135 millones de euros) y todavía más lejos del 1,3% que reclama el Parlamento Europeo, un actor clave en la aprobación de las cuentas. 

Hachazo al gasto agrícola

La propuesta plantea un hachazo del 14% en el gasto dedicado a la política agrícola común (PAC), lo que significa que pasará de distribuir 382.500 millones a 329.300 millones de euros. Un recorte que tendrá dos grandes afectados: Francia y España, los dos principales receptores de las ayudas agrícolas y para quienes se trata de una línea roja. Como novedad, la propuesta de Charles Michel incluye un trasvase de fondos de 2.500 millones de euros del desarrollo rural a los pagos directos.

Cohesión para el este

El plan de Michel mantiene un fuerte recorte de las ayudas de la cohesión, del 12% o 44.000 millones de euros respecto a la situación actual, que afectará especialmente a las regiones y países más desarrollados. Según un análisis del CPMR, todos los estados miembros sufrirán la reducción excepto Rumanía, Bulgaria, Grecia e Italia, que verían aumentar sus recursos, mientras que nueve países verán tijeretazos superiores al 20%. La propuesta se cebaría especialmente con los países con rentas altas -Luxemburgo, Holanda, Austria, Bélgica y Dinamarca- al incluir disposiciones para limitar su montante global mientras que afectará menos a países con una gran proporción de regiones desarrolladas y en transición, entre ellos España. 

Condicionalidad de las ayudas

La propuesta de Michel mantiene la creación de un mecanismo para proteger el presupuesto de la UE en caso de que se constate una vulneración del Estado de derecho y de las normas de buena gobernanza en alguno de los estados miembros. Según la misma, en caso de deficiencias, la Comisión Europea propondría medidas "apropiadas y proporcionadas" y el Consejo tendría la última palabra por mayoría cualificada. De salir adelante sería la primera vez que la Unión Europea vincula el desembolso de fondos europeos con el respeto del Estado de derecho, un elemento por el que países como Polonia o Hungría están siendo examinados con lupa en Bruselas. Para algunos países el lenguaje no es lo suficientemente duro y quieren que la condicionalidad de las ayudas sea más precisa.

El futuro de los cheques

El presupuesto europeo cuenta con un complejo sistema de correcciones presupuestarias que desde mediados de los 80 ha permitido a algunos países recibir una compensación de vuelta por su elevada aportación. Originalmente se creó para compensar al Reino Unido pero desde entonces otros países como Austria, Dinamarca, Alemania, Holanda o Suecia también han logrado arrancar sus propios cheques. Bruselas cree que ha llegado la hora de eliminarlos para equiparar la situación, lo mismo que un gran número de países. Michel propone de momento mantener una corrección a la contribución anual de esos cinco países aunque "decreciente".