EMERGENCIA EN BRASIL

Las lluvias torrenciales causaron estragos en Sao Paulo

brasil-inundaciones-sao-paulo

brasil-inundaciones-sao-paulo / periodico

Abel Gilbert

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Sao Paulo y sus populosos alrededores intentaban este martes recuperarse del trastorno y el susto mayúsculo que ha provocado el segundo mayor volumen de lluvias de febrero en los últimos 77 años. El temporal ha dejado imágenes del caos en todos los rincones de la ciudad más rica de Brasil, con 12 millones de habitantes. El cielo escupió 10 horas continuas. Los 114 milímetros resultaron suficientes para que los ríos Pinheiros y Tietê se desbordaran, las calles dejaran ver automóviles y objetos de gran tamaño flotando, los residentes se vieran obloigados a no salir de sus casas,  las escuelas suspendieran las clases, los aeropuertos colapsaran, y el transporte urbano y los servicios públicos se interrumpieran. Según el Cuerpo de Bomberos, la tormenta provocó en pocas horas 16 deslizamientos de tierras en la capital regional, 192 inundaciones y 113 caídas de árboles. Se reportó la muerte de un camionero devorado por el cráter abierto en una carretera así como  el hallazgo del cuerpo sin vida de un hombre de 33 años que había sido arrastrado por un torrente de agua en la periferia capitalina.

Un día después del histórico temporal, las lluvias fueron escasas. El servicio meteorológico pronosticaba un pronto retorno de los días soleados. El tráfico daba muestras de normalizarse lentamente: ya no existen puntos intransitables en la megalópolis después de haberse registrado casi 100 kilómetros de embotellamientos. La temperatura seguía siendo no obstante inusualmente baja para el verano, entre 16º C y 20º C, según Inmet (Instituto Nacional de Meteorología). 

Los telediarios dejan entrever que lo peor ha pasado aunque no faltaban algunas predicciones aciagas. Los daños están por lo pronto a la vista. La  influyente Federación de Comercio de Sao Paulo calculó pérdidas por valor de 110 millones de reales (unos 25,4 millones de dólares) en un solo día. Los mercados de frutas quedaron destruidos. Tuvieron que ser desechadas miles y miles de cajas de uvas, ciruelas, duraznos.  "Todo lo que estaba a un metro y medio del suelo se perdió", le dijo un gerente al diario Estado.  El alcalde de Sao Paulo, Bruno Covas, afirmó que un comité de crisis trabaja para atenuar el desastre causado.

El efecto ¿Parásitos`

De acuerdo con Folha,  "la vida real de Sao Paulo pareció  más sombría que las terribles escenas de la capital de Corea del Sur bajo una fuerte lluvia" que se muestran en ¿Parasitos`, la película de Bong Joon-ho que acaba arrasar en los premios Oscar.  El diario paulista hizo alusión al momento en que un río de fango  fluye a toda velocidad por una parte de Seul. Cuando los protagonistas de la historia llegan a sus casas se encuentran con el agua marrón por la cintura y sus pertenencias a la deriva.

"Alrededor de la 1:30 h, Jane Fonda anunció el Oscar mejor película para ¿Parasitos`, que ya había ganado en otras tres categorías: dirección, guión original y película internacional. Por una triste coincidencia, cuando Bong y su equipo agradecieron, asombrados, el mayor premio de la noche en Los Ángeles, Sao Paulo ya se enfrentaba a la lluvia y se acercaba el caos".

El daño alcanzó a todos

El polo económico de Brasil tiene grandes asignaturas pendientes en materia de infraestructura que permitan resolver problemas crónicos como los desbordes de sus ríos. La crisis econçomica obligó a postergar algunos de los 17 proyectos que estaban en curso. 

A diferencia del Seúl de Bong, donde el temporal solo lo padecían en escala catastrófica los pobres, "la perturbación en Sao Paulo es para todos". Las calles de Alto de Pinheiros, Morumbi o Higenopolis, todos barrios de "alta gama", con sus urbanizaciones, sus Lamborghini Huracán, Porsche, y sus centros comerciales que son todo un símbolo de la exclusividad, estuvieron tan expuestas a las anegaciones y el lodo como en las zonas más pobres de la capital como las "favelas" Linha y Nove, en Vila Leopoldina, en la zona oeste de la ciudad. "Sin planificación y sin grandes trabajos preventivos, la tragedia urbana que se ha convertido en la ciudad más rica del país castiga a todas las clases sociales. En ese punto, prevalece cierta igualdad, y eso no es un consuelo", señaló al respecto Folha.