Matteo Salvini esquiva una reunión de la ultraderecha en Roma

El líder de Vox, Santiago Abascal, coincide en la cita con Marion Maréchal-Le Pen y Vícktor Orbán

El líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, en un acto contra el Gobierno en Roma el pasado 19 de octubre.

El líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, en un acto contra el Gobierno en Roma el pasado 19 de octubre. / periodico

Irene Savio

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La foto que habían anunciado era la de las élites políticas de la extrema derecha europea, en conexión con el extremismo ultracatólico. Al final la cita contó con algunos representantes de los dos bandos, pero también con una ausencia significativa. La del líder de la Liga y supuesto príncipe de la ultraderecha europea, Matteo Salvini, quien evitó acudir -sin dar explicaciones y tras haber sido incluido en el programa- a la Conferencia de Nacional del Conservadurismo que se ha celebrado este martes en la capital italiana.

El acto, titulado 'Dios, honor, país: Ronald Reagan, el Papa Juan Pablo II y la libertad de las naciones', deslució así la buscada fuerza del desafío ultra. Participaron Marion Maréchal-Le Pen, figura emergente de la órbita ultra en Francia, y también el primer ministro ultraderechista de Hungría, Víktor Orbán, quien se reunió con el líder de Vox, Santiago Abascal. Pero ni Salvini apareció ni Giorgia Meloni, líder del partido derechista transalpino Hermanos de Italia, acomodó su agenda para asistir a las actividades de la segunda jornada del evento. Al contrario, se fue a Washington.

El mismo discurso

La retórica fue la de siempre. El enemigo: Bruselas, la Eurozona, las élites globalizadas. El anhelo: la familia tradicional, el soberanismo, la derrota de las elites progresistas. El problema, bramó el presidente de la fundación estadounidense Edmund Burke, el escritor Yoram Hazony, es que "en las escuelas estudiamos la ilustración y no la Biblia, que es donde se encuentra el verdadero (pensamiento) sobre las naciones", según afirmó, durante el congreso.

Y más aún. Existe una "necesidad universal de autoconservación de las sociedades", como dijo Maréchal, al criticar también el socialismo y el "neofeminismo". Las fuerzas conservadoras y nacionalistas son "el nuevo humanismo de este siglo", agregó la política francesa, en su ponencia en el Gran Hotel Plaza de Roma, a poca distancia de la célebre plaza de España de la capital de Italia. Eso sí, tal vez para que el episodio no fuera tan abrupto, Orbán y Salvini finalmente se vieron por la noche, en una reunión en solitario.