GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Los combates en Siria hacen tambalear el pacto entre Rusia y Turquía

El humo se eleva durante el bombardeo de las fuerzas gubernamentales en la aldea de Sarman, en Idlib.

El humo se eleva durante el bombardeo de las fuerzas gubernamentales en la aldea de Sarman, en Idlib. / periodico

Marc Marginedas

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Combates de una intensidad no vista desde hacía años en la provincia de Idleb, el último bastión en manos de la oposición siria, entre las tropas de régimen de Asad apoyadas desde el aire por la aviación de Rusia, y fuerzas rebeldes y turcas han causado decenas de muertos en las útimas semanas, poniendo además en un brete los frágiles acuerdos entre Ankara y Moscú, que respaldan a bandos enfrentados en la guerra del país árabe. Este lunes, los jefes de las diplomacias de ambos países, Serguéi Lavrov y Mevlut Cavusoglu, mantuvieron conversaciones para intentar detener o reducir las hostilidades, y se mostraron de acuerdo en que el alto el fuego pactado a mediados de enero debe respetarse, según ha informado el Ministerio ruso de Exteriores.

Los enfrentamientos han provocado un nuevo éxodo humanitario de al menos medio millón de personas, el 80% de ellos mujeres y niños, según cifras facilitadas por la ONU. Decenas de civiles han perecido por los <strong>bombardeos aéreos rusos y del régimen</strong>, así como un número por determinar de combatientes rebeldes y hasta de soldados turcos. Las cosas se han deteriorado hasta el punto de que podía acabar produciéndose un enfrentamiento directo entre fuerzas turcas y rusas, haciendo añicos los arduos pactos entre ambos países.

La aviación del Kremlin patrulla los cielos de la provincia, donde se apiñan 3,2 millones de personas leales a la oposición, mientras que fuerzas turcas se hallan desplegadas en el interior de la bolsa de Idleb para contener a sus aliados y expulsar de allí a los combatientes extremistas en cumplimiento del acuerdo de desmilitarización al que llegaron ambos países en el 2018 y que nunca fue implementado. 

Advertencia de Ankara

Turquía está enviando señales a Rusia de que no permitirá que las fuerzas lealistas sirias se hagan con el control de la zona, reiterándole a su vez que es su obligación disuadir a su aliado de Damasco. Ankara "no permitirá" el avance de Asad en el noroeste de Siria, ha declarado el presidente ruso, Recep Tayyip Erdogan, a la cadena CNN Türk. Lejos de Idleb, a dos centenares de kilómetros, las tropas turcas se abstuvieron de realizar patrullas conjuntas con las fuerzas rusas, un acuerdo que permitió a Ankara detener su ofensiva contra los separatistas kurdos el pasado otoño. Era una nueva advertencia turca a Moscú de que todos los pactos a los que trabajosamente habían llegado en el pasado podían saltar por los aires si las tropas de Asad se mantenían en sus trece.

Durante los últimos días, varios soldados turcos perecieron debido a los bombardeos de las fuerzas progubernamentales, lo que motivó una dura respuestapor parte de las fuerzas de Ankara, que "neutralizaron" a 76 soldados progubernamentales, según indicaron medios turcas.

Hace menos de dos años, concretamente en septiembre del 2018, Rusia y Turquía llegaron a un acuerdo para frenar las hostilidades entre sus aliados respectivos en la ciudad de Idleb y alrededores, creando una<strong> zona desmilitarizada </strong>de separación entre ambos contendientes y estableciendo patrullas conjuntas que garantizarían la aplicación del alto el fuego. Los combatientes pertenecientes a facciones yihadistas en el interior de la bolsa de Idleb serían expulsados. Los pactos nunca llegaron a materializarse, en medio de continuos reproches cruzados entre Moscú y Ankara.