CRISIS EN KIEV

El primer ministro de Ucrania dimite por criticar al presidente

Goncharuk publica una carta abierta en la que niega tajantemente las acusaciones y renuncia al cargo

El primer ministro de Ucrania, Alexéi Goncharuk.

El primer ministro de Ucrania, Alexéi Goncharuk. / periodico

Marc Marginedas

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Crisis política en Ucrania, que muy bien podría acabar convirtiéndose una simple tormenta en un vaso de agua. El primer ministro, <strong>Oleksii Goncharuk</strong>, ha escrito una carta de dimisión al presidente Volodímir Zelenski tras difundirse en los medios y redes sociales unos comentarios suyos en tono despreciativo sobre el jefe del Estado.

A Zelenski hay que plantearle las cosas en términos simples porque “tiene una comprensión verdaderamente primitiva de la economía”, había dicho Goncharuk en una reunión puerta cerrada con sus colaboradores. Para intentar atajar la crisis, el jefe del Gobierno ha escrito “una carta de dimisón” que ha transmitido a Zelenski, según ha anunciado él mismo en su página de Facebook, con el fin de “disipar toda duda acerca de nuestro respeto y confianza”.

Goncharuk ha expresado su creencia de que se intenta impulsar desde algunas instancias “de forma artificial la idea de que ni yo ni mi equipo respetamos al presidente”. “No es verdad; yo he llegado a este puesto para aplicar la política del presidente”, ha concluido. Según la presidencia ucraniana, la misiva será examinada y se le dará respuesta próximamente.

Sistema semipresidencialista

En un sistema semipresidencialista como el ucraniano, el jefe del Gobierno debe recibir el respaldo de la Rada, el Parlamento unicameral del país. Habida cuenta de que Servidor del Pueblo, el partido creado por Zelenski tras su victoria en las presidenciales, dispone de mayoría absoluta, en la práctica será éste último quien decida sobre los destinos de Goncharuk.

Tal y como creian muchos observadores en Kiev, no es de descartar que Zelenski decida mantener en el poder a su lugarteniente, y que la única sanción sea una reprimenda verbal. Al fin y al cabo, el presidente ucraniano, un exhumorista elegido en la pasada primavera, es consciente que no es más que un recién llegado al mundo de la alta política.

Con solo 35 años, Goncharuk es uno de los jefes de Gobierno más jóvenes del mundo que además, dice lo que le parece, aunque eso sí: carece de la picardía de la generación de políticos exsoviéticos avezados en el arte de la simulación o incluso el cinismo.           

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