Nuevo paso en el intento de destitución
Nuevas revelaciones salpican el inicio del juicio contra Trump
Ricardo Mir de Francia
Periodista
Especialista en política internacional y reportero. Fue corresponsal en Washington durante una década, donde cubrió las presidencias de Obama, Trump y los inicios de Biden. Antes estuvo otros seis años en Oriente Medio. Licenciado en Periodismo por la Pompeu Fabra y con estudios de posgrado en Derecho Internacional, se ocupa actualmente de la guerra en Ucrania. Interesado también en temas de investigación, geopolítica de la energía, cambio climático y economía.
Ricardo Mir de Francia
El juicio contra Donald Trump está finalmente en marcha. El diputado Adam Schiff, uno de los siete legisladores escogidos por los demócratas para ejercer de fiscales durante el proceso, ha leído este jueves en el pleno del Senado los cargos que se imputan al presidente, poco antes de que el centenar de senadores se comprometieran bajo juramento a administrar justicia “imparcialmente” en sus funciones como jurado. El protocolo se ha escenificado con la solemnidad que exigía el momento histórico y la gravedad propia del ‘impeachment’, el arma más extraordinaria que contempla la Constitución para forzar la destitución de un presidente por “altos crímenes y faltas”. Pero la jornada ha tenido algo más que frases pomposas y fotos para el recuerdo. Nuevas revelaciones y dictámenes han dado fuerza a las acusaciones de los demócratas.
Quizás la más importante ha salido de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO, de sus siglas en inglés), un organismo oficial independiente que presta servicios de auditoría al Congreso. La GAO ha dictaminado que Trump violó la ley al congelar el año pasado cientos de millones de dólares en ayudas militares a Ucrania que habían sido previamente aprobadas por el Parlamento. “La ley no permite al presidente substituir la legislación aprobada por el Congreso por sus propias prioridades políticas”, asegura el documento. “Los fondos se congelaron por motivos políticos”, añade categóricamente. Esas ayudas militares están en el centro de la polémica que ha llevado a Trump a sentarse figurativamente en el banquillo, ya que no piensa comparecer personalmente en el juicio.
Rechazo de la Casa Blanca
El presidente ha sido acusado de “abuso de poder” por condicionar la ayuda militar y la visita del presidente ucraniano a la Casa Blanca a la apertura de una investigación en el país eslavo contra su rival político Joe Biden. El segundo cargo habla de “obstrucción al Congreso” y, en ese sentido, la GAO afirmó que el Ejecutivo les ha negado los documentos que necesitaban para llevar a cabo su investigación, unas zancadillas que tienen “significado constitucional”. La Casa Blanca no tardó en rechazar el dictamen, diciendo que no comparte sus conclusiones, pero lo cierto es que su veredicto vuelve a cuestionar la credibilidad de Trump, que en todo momento ha negado que la congelación de las ayudas tuviera relación con la pretendida investigación ucraniana y la obsesión de sus lugartenientes en encontrar material que comprometa las opciones políticas de Biden, candidato a la presidencia.
Dudas despejadas
A estas alturas no hay ninguna duda de que Trump orquestó la campaña ucraniana, como declararon varios testigos en la fase inicial del ‘impeachment’. “El presidente estaba al tanto de todos mis movimientos. Yo no hacía nada sin el consentimiento de Rudy Giuliani y Trump”, dijo el miércoles Lev Parnas, uno de los intermediarios a los que recurrió el abogado personal del presidente para presionar a las autoridades ucranianas. El empresario de origen eslavo también implicó en la campaña de coacción al vicepresidente Mike Pence o al jefe de gabinete, Mick Mulvaney.
Parnas es un personaje oscuro, la clase de arquetipo mafioso que puebla el universo privado de Trump y Giuliani. No en vano, fue recientemente imputado por canalizar fondos extranjeros en el sistema político estadounidense. Pero ha estado metido de lleno en la pomada y se ha convertido en una figura potencialmente explosiva en este inicio del juicio. El miércoles dijo que él mismo comunicó a uno de los asesores del presidente ucraniano que no recibiría las ayudas a menos que anunciara investigaciones políticamente beneficiosas para Trump. “Tras reunirse con el presidente en la Casa Blanca, Rudy me llamó y me dijo que no solo se cortaría la ayuda militar, sino toda la ayuda”.
Parnas quiere largar y los demócratas ya han anunciado su intención de citarlo durante el juicio. Es junto al exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, su mejor baza para alterar el predecible rumbo de este ‘impeachment’. Pero falta saber si los republicanos permitirán que uno y otro declaren. A partir del martes, la defensa y la acusación empezarán a exponer sus alegaciones. La historia se escribe despacio.
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