CRISIS EN EL MEDITERRÁNEO

Open Arms lanza un SOS para reparar su barco

"Estamos en una situación difícil y necesitamos ayuda", explica el responsable de la organización, Oscar Camps

Òscar Camps, el lunes en el puerto de Barcelona, a bordo del 'Open Arms'.

Òscar Camps, el lunes en el puerto de Barcelona, a bordo del 'Open Arms'. / EFE / QUIQUE GARCÍA

Montse Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La organización Open Arms, dedicada al rescate de inmigrantes en el mar, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía ante la necesidad de donaciones para reparar el barco con el que trabajan. "El 'Open Arms' es de 1974, una embarcación muy antigua que no cumple ya los requisitos para albergar al gran número de personas auxiliadas", argumenta Oscar Camps, responsable de la oenegé, para añadir: "Estamos en una situación difícil y necesitamos ayuda". Las donaciones pueden materializarse a través de la <strong>web</strong> de la organización <strong>-www.openarms.es-</strong>.

"Si 200.000 personas donan entre 10 y 20 eruos, podremos seguir trabajando", dice Camps, que cuantifica en medio millón de euros el montante de las reformas necesarias o, en su defecto, de la adquisición de una nueva embarcación. De no obtener ayuda, las misiones de rescate quedarían en suspenso. Al margen de las paulatinas reparaciones, el barco estuvo bloqueado el año pasado seis meses en el puerto de Barcelona. Además, la organización ha tenido que hacer frente a la defensa jurítica por los contenciosos derivados de la paralización del barco en puertos italianos.

La última reforma del 'Open Arms' se llevó a cabo en el 2017 -por valor de 900.000 euros- pero desde entonces el barco ha hecho más de 59.000 millas, el equivalente a dos vueltas al mundo. 

Esperando en el mar

Oscar Camps, que reparte su tiempo entre las misiones de rescate y los compromisos de representación, se encuentra a bordo del 'Open Arms' en el Mediterráneo, concretamente entre Italia y Malta, con 118 inmigrantes a bordo -24 de ellos menores- a la espera de permiso para desembarcar. Relata que ha sido una misión difícil porque los inmigrantes se encontraban muy desesperados en el momento del rescate.

"Llevaban muchas horas en el mar", explica Camps, vía telefónica,  para añadir: "Muchos padecían shock térmico y otros tenían quemaduras consecuencia del contacto con el fuel y el agua salada". Entre el grupo de personas rescatadas, de distintas nacionalidades africanas, se encontraban dos mujeres embarazadas y dos bebés. En idéntica situación se encuentra una embarcación de la oenegé alemana Sea Watch, con otro centenar de inmigrantes a bordo.