REINO UNIDO

El nuevo líder del Partido Laborista se conocerá el 4 de abril

Marxismo 'corbynista' o centro izquierda moderado, el laborismo se juega la supervivencia como alternativa de poder

Dos de los aspirantes a liderar el Partido Laborista, Keir Starmer y Rebecca Long-Bailey, en una imagen de archivo.

Dos de los aspirantes a liderar el Partido Laborista, Keir Starmer y Rebecca Long-Bailey, en una imagen de archivo. / periodico

Begoña Arce

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Resurgir de las cenizas o morir en el intento. A ese reto se enfrenta el Partido Laborista británico, que este lunes inició el complejo proceso de elegir un nuevo líder tras la catastrófica <strong>derrota de Jeremy Corbyn </strong>en las elecciones de diciembre. El órgano de dirección laborista, el comité ejecutivo nacional (NEC), estableció las reglas de la elección, que arranca este martes 7 de enero y durará tres largos meses. Tras la presentación formal de candidatos que logren reunir el respaldo necesario, se abrirá el plazo de votación el 21de febrero. El nuevo líder será anunciado el sábado 4 de abril.

La elección es en esta ocasión algo más que un simple relevo en la cúpula, o debería serlo. El populismo de Boris Johnson ha arrasado los territorios del laborismo. La figura de Corbyn es tóxica y ha dejado tan mermada a la mayor fuerza de la oposición que ahora debe luchar por sobrevivir. A pesar de ello, Corbyn, temporalmente en el cargo, tratará de que su sucesor, o sucesora, pertenezca a su cuerda ideológica y mantenga la línea de un laborismo de izquierda marxista radical. Esa podría ser una vía muerta. Si el laborismo no vuelve a atraer a un electorado mayoritario y retar en las urnas al Partido Conservador, la alternativa será retorcer y desaparecer del mapa.

Una cifra extraordinaria de medio millón de militantes votaron en la elección del 2015. Entonces, cada uno de ellos tuvo que pagar tres libras para registrarse y votar. En esta ocasión el coste será de 25 libras (29,4 euros) y habrá un plazo de 48 horas para inscribirse. De momento son cinco los diputados que han presentado su candidatura, pero esa cifra es provisional. Cada uno de los aspirantes necesitará para poder competir el respaldo de 21 diputados o eurodiputados y un 5% de votos entre afiliados y sindicalistas locales. Después serán los militantes de base quienes tengan la última palabra. Ellos izaron, contra todo pronóstico, a Corbyn, que ahora busca la continuidad en su protegida, Rebecca Long-Bailey, una diputada por Saldford, en la región de Manchester, en el norte de Inglaterra. Con 40 años, aunque aún no ha hecho pública su candidatura, es una de las favoritas en la elección por su cercanía con el poderoso responsable de Finanzas, John McDonnell, y sus fuertes vínculos con los sindicatos.

Frente a ella, el más potente rival sería Keir Starmer, de 57 años. El antiguo letrado encarna la vía moderada de centro izquierda en el laborismo. Proeuropeo, ha venido ejerciendo como responsable para el 'brexit' en el banquillo de la oposición. A él se debió el giro del partido había la celebración de un segundo referéndum sobre la salida de Europa.  Ahora considera que hay que cerrar ese capítulo y seguir adelante.