MALESTAR EN EL PAÍS ASIÁTICO

Kim Jong-un anuncia "medidas de ataque" por la falta de avances en las negociaciones

Pionyang se desespera ante la falta de acuerdo tras más de un año y medio de conversasiones y dos cumbres con Trump

Kim Jong-un, en las faldas del monte Paektu.

Kim Jong-un, en las faldas del monte Paektu. / periodico

Adrián Foncillas

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Acaba el año y se suceden los indicios inquietantes. Kim Jong-un, el líder norcoreano, ha pedido “medidas de ataque”. Es una amenaza tan vaporosa como aquel “regalo” de Navidad que le prometió semanas atrás a Estados Unidos, muy alejada de aquellas viejas promesas de destrucción masiva e inminente, pero basta para certificar que su paciencia se agota.

Lo aclaró Kim Jong-un en un mensaje dirigido al Ministerio de Asuntos Exteriores, la industria de municiones y las fuerzas armadas: esas “medidas de ataque” son necesarias para la soberanía y la seguridad del país. Los analistas esperan su inminente discurso de Año Nuevo para descifrar su política. En ellos ha desvelado Kim Jong-un sus intenciones, tanto las más fragorosas como las invitaciones al diálogo. En esta ocasión, además, coincidirá con el fin del plazo que Pionyang concedió a Washington para acordar algo sustancial en el proceso de desnuclearización de la península.

Proceso congelado

En Corea del Norte anida la frustración tras año y medio de conversaciones, un par de cumbres presidenciales, muchas fotos para la hemeroteca, compromisos grandilocuentes y ningún avance. El proceso se mantiene congelado desde que Kim Jong-un y Donald Trump se marchasen en febrero de Hanoi sin acuerdo y sólo su buena sintonía personal, apuntalada en emocionados intercambios epistolares e improvisadas reuniones en la frontera coreana, ha impedido su ruina. Corea del Norte se ha esforzado en estos meses en evidenciar su malestar con lanzamientos de misiles de corto y medio alcance que violan las resoluciones de la ONU pero respetan la moratoria de cohetes intercontinentales acordada por ambos líderes.

El conflicto nace en las diferentes agendas: para Trump, Corea del Norte es sólo uno más en su lista de asuntos de política externa; para Kim Jong-un, es el único. Sus intentos desesperados para llamar su atención han sido ignorados e incluso ridiculizados, por lo que los expertos no descartan un ensayo nuclear o un lanzamiento de un misil de largo alcance a pesar de sus previsibles efectos devastadores. Corea del Norte ha advertido en varias ocasiones de que, si la ausencia de resultados persistía a finales de año, adoptaría “una nueva estrategia”. El analista de la Casa Blanca en la zona reconoció recientemente que ignoraba el ultimátum y confundió el orden del nombre y apellido de Kim Jong-un, lo que difícilmente indica que Corea del Norte sea una prioridad para Washington.