DECESO EN ARGELIA

Muere el jefe del Ejército argelino y hombre fuerte del país

Ahmed Gaid Salah, de 79 años, ha fallecido de un infarto

El jefe del Ejército argelino, Ahmed Said Salah.

El jefe del Ejército argelino, Ahmed Said Salah. / periodico

EFE / FRANCE PRESSE

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Argelia se asoma a la incertidumbre. El jefe del Ejército argelino, Ahmed Gaid Salah, considerado el hombre fuerte del país, murió este lunes a los 79 años a consecuencia de un infarto, informó la televisión estatal. Su muerte tiene lugar cuatro días después de la investidura del nuevo presidente Abdelmajid Tebboune y en medio de las protestas que no cesan en las calles de Argel desde hace 10 meses.

Gaid Salah murió en el hospital militar de Ain Naadja en Argel, según la misma fuente. A modo de símbolo, su última aparición pública fue el 19 de diciembre, el día de la investidura de Tebboune. Hasta ese día y desde que en el pasado abril dimitió el histórico Abdelaziz Bouteflika, fue él quien dirigió el país. 

En todo este tiempo, las calles de Argel han sido el escenario de protestas populares, la Hirak.  La dimisión de Bouteflika, forzado por la calle y por la presión del general Salah, no puso fin al movimiento ya que el fallecido militar también suscitó el descontento popular. Los manifestantes veían en él el garante de la superviviencia del sistema instalado en Argelia tras la independencia, en 1962, y cuyo desmantelamiento exigen.

Protestas continuadas

Las marchas de protesta se han mantenido en todas las regiones del país cada martes y cada viernes, marcadas por dos lemas:' Queremos un estado civil, no uno militar' y 'Gaid Salah, márchate, el pueblo es la soberanía y reclama libertad'.

Nombrado en el 2004 jefe del Estado Mayor del Ejército por Buteflika, el general Salah ha sido una de las personas más influyentes del círculo de poder. Durante 15 años fue un gran apoyo para el jefe de Estado argelino. antes de arrastrarle a su dimisión el pasado abril.  

Salah no solo dirigía el Ejército. Era también el director de los influyentes servicios secretos, otro pilar de un régimen controlado por las distintas fuerzas de seguridad. Desde abril, marcó el paso político del régimen y de la transición política tras la desparición de Buteflika del mapa político. 

Tebboune, anuncio un período de duelo de siete días en todo el país tras la muerte del jefe del Ejército y nombró como sustituto al general Said Chengriha, hasta la fecha comandante jefe del Ejército de Tierra. Nacido en abril de 1940, Salah era uno de los últimos representantes en el Ejército de los antiguos combatientes contra el poder colonial francés. Fue siempre un hombre más de acción que un militar de despacho. 

Viajó siempre a las distintas regiones militares del país para dirigirse a los soldados y escuchar sus quejas. Pero también eso le permitió estar al tanto de posibles conspiraciones de colegas y subordinados. 

El inmenso poder militar

Su desaparición abre un enorme interrogante sobre quien se apoderará del mando de una institución que va más allá de las armas. Sobre el Ejército argelino no solo recae la responsabilidad de la defensa del país y sus fronteras, amenazadas por la inmigración irregular y el yihadismo que crece en el Sahel.

También maneja los hilos económicos de un Estado sumido en una grave crisis económica y social desde que en 2014 se desplomaran los precios del petróleo y el gas, la única riqueza que explota. Ambas suponen el 95 % de las exportaciones de una nación sin apenas industria y el 56 % de la energía que consume la industria española.

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