COMICIOS HISTÓRICOS

El 'brexit' y todo lo que está en juego en las elecciones británicas

Más de 46 millones de ciudadanos están convocados a las urnas en una cita clave para su economía y su estrategia geopolíitica

Un habitante de las Malvinas vistiendo un traje con los colores de la Union Jack se dispone a emitir su voto en un colegio electoral de Stanley, la capital isleña.

Un habitante de las Malvinas vistiendo un traje con los colores de la Union Jack se dispone a emitir su voto en un colegio electoral de Stanley, la capital isleña. / periodico

Víctor Vargas Llamas

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Más de 46 millones de británicos están llamados a las urnas este jueves, en unas elecciones anticipadas en las que se dirime la  resolución (definitiva) del dilema del ‘brexit’ y, así, el futuro de la economía británica y de su estrategia geopolítica. Estas son algunas de las claves para interpretar estos comicios decisivos.  

¿Por qué se anticiparon las elecciones?

Pese a que no se preveía un paso por las urnas hasta el 2022, el hecho de que el Partido Conservador no retuvieran la mayoría les abocó a un Ejecutivo en minoría --con apoyos puntuales de los unionistas de Irlanda del Norte (DUP)-- que apenas puede resistir los duros embates de la batalla por el ‘brexit’. Una pugna que se ha notado incluso en las propias filas 'tories', como pudo comprobar Theresa May, que tiró la toalla ante la imposibilidad de avalar alguno de sus acuerdos con la UE. Su sustituto desde julio, Boris Johnson, también afrontó la sublevación de los contrarios a un divorcio duro con Bruselas, que se unieron en torno a esta idea y acabaron expulsados del partido. Como May, Johnson ha sido incapaz de sacar adelante su pacto con Bruselas, por lo que tenía clara la necesidad de nuevos comicios. Un objetivo que tampoco fue sencillo, ante la necesidad de recabar el apoyo de dos tercios de los legisladores.

¿Cuáles son las normas electorales?

El sistema electoral británico se basa en la mayoría uninominal, de manera que en cada circunscripción sale elegido un único candidato, el que coseche más votos. Engrosará uno de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes, tradicionalmente regida por el bipartidismo entre las fuerzas 'tories' y laboristas. La representación parlamentaria se divide entre los 533 asientos que corresponden a Inglaterra, los 59 de Escocia, los 40 de Gales y 18 más para Irlanda del Norte. Tienen derecho a voto los ciudadanos británicos, irlandeses y de los países de la Commonwealth mayores de edad.

Será clave la participación juvenil, afín al laborismo pero de movilización impredecible

¿Quién es el principal favorito?

El actual 'premier' es el gran favorito para alzarse con la victoria, con un 43% de apoyos, según vaticinan los últimos sondeos electorales. Los matices irrumpen al calibrar la magnitud de ese triunfo: ¿gozará o no de mayoría absoluta? Las cábalas sitúan su margen sobre los laboristas entre los 9 y los 14 puntos, lo que le permitiría gobernar con la suficiente autonomía. Si no supera la mitad de estos guarismos volvería a darse una Cámara fragmentada y abriría un escenario de hipotéticos pactos para tratar de evitar una nueva situación de ingobernabilidad.

Pese a que ha ido acortando distancias, el líder laborista, Jeremy Corbyn, no encabeza ni una sola encuesta, lastrado en buena medida por su imagen convencional y discreta, casi anodina, y a años luz del histrionismo y de la popularidad, para lo bueno y para lo malo, de su gran adversario. 

La participación será un elemento clave, especialmente la del electorado más joven, mayoritariamente identificado con las propuestas laboristas, pero cuya movilización real es volátil e impredecible. 

¿Qué posibles alianzas se prevén?

Si Johnson no orilla la mayoría deseada ya cuenta con el Partido del Brexit de Nigel Farage, que ya renunció a las circunscripciones de mayoría conservadora, y al que los sondeos le reservan entre un 3% y un 4% de representantes. El otro posible aliado es el conservador Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte (DUP), cuyos 8-9 escaños previstos están supeditados a la frontera con Irlanda.

En caso de un 'sorpasso' de Jeremy Corbyn, las opciones de cooperación se amplían, empezando por unos liberaldemócratas que tiene ante sí un panorama halagüeño tras superar a 'tories' y laboristas en las últimas elecciones locales y unir fuerzas con los Verdes y los independentistas galeses de Palid Cymru en su intención de revocar el 'brexit'. La demoscopia le asigna un apoyo de entre el 12% y el 13% al que habría que sumar un 3% de los ecologistas, según YouGov. El Partido Nacionalista Escocés también se significa por su voluntad de frenar el divorcio con la UE, si bien parecen más interesados en otro referéndum, el de la independencia. Las encuestas le marcan un techo del 3%-4% en las urnas.

¿Qué proponen los grandes contendientes?

Corbyn presentó un'Manifiesto para la esperanza', con una de las 'hojas de ruta' más radicalmente progresistas que se recuerdan al laborismo: reducir la semana laboral de forma paulatina hasta llegar a las 32 horas, elevar el salario mínimo a las 10 libras (11,6 euros), "rescatar el sistema público sanitario", así como  ampliar el permiso de maternidad (de 9 meses a un año) y paternidad (de dos a cuatro semanas). 

Corbyn tiene la oferta más progresista en años; Johnson ofrece seguridad y menos impuestos

Más allá del 'brexit', los 'tories' consagran su apuesta electoral al bolsillo del ciudadano, al que le han prometido una congelación tributaria e impositiva así como un incremento salarial. También proponen un control migratorio más riguroso y basado en puntos, así como un refuerzo de las plantillas sanitarias (50.000 enfermeras más) y policiales (20.000 nuevos agentes).

¿Qué depararán las urnas al ‘brexit’?

El futuro vínculo del Reino Unido con la Unión Europea es el gran protagonista de la cita electoral y desencadenante de la mayor crisis política en las islas en décadas. Si Johnson amplía su mayoría y cumple su palabra, el 31 de enero se consumaría el divorcio institucional, que contaría con un periodo de gracia, en principio hasta finales de año, para acabar de perfilar las bases de la futura relación institucional y comercial entre Bruselas y Londres.

Si es Corbyn el nuevo inquilino del 10 de Downing Street, se compromete a la convocatoria de un nuevo referéndum en sus primeros seis meses de mandato, así como a garantizar el "derecho automático" de residencia y de trabajo a los ciudadanos de la UE. El líder laborista asegura que mantendría una postura "neutral" en la consulta cuyos resultados consideraría, ahora sí, del todo vinculantes. Una neutralidad que puede chocar con el 70% de su electorado que es partidario de permanecer en la Europa comunitaria. 

¿Cómo será la futura frontera de Irlanda?

El unionismo norirlandés puede ser clave para los 'tories', pero no pactará si hay frontera dura

Si el 'brexit' es un elemento omnipresente en las elecciones británicas, la futura realidad de la frontera de Irlanda con Irlanda del Norte es clave para atisbar la naturaleza del divorcio con la UE, si es que se acaba dando. Es, de hecho, una de las grandes amenazas que acechan a Johnson en el propósito, a su alcance a priori, de alcanzar la mayoría absoluta. En el caso de no obtenerla en solitario, se hace difícil pensar que el único aliado que prácticamente le queda, el unionismo norirlandés, avale con sus votos un gobierno sólido y autónomo.

Flota sobre el ambiente la amenaza real de la salida de la unión aduanera y la consiguiente implementación de una frontera dura, un extremo del todo inaceptable para el DUP.