CITA ELECTORAL

El Reino Unido acude a las urnas más pobre y partido por el 'brexit'

Protesta contra el primer ministro, Boris Johnson, en la localidad de Cheadle Hulme, en el noreste de Inglaterra.

Protesta contra el primer ministro, Boris Johnson, en la localidad de Cheadle Hulme, en el noreste de Inglaterra. / periodico

Kim Amor

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ahí fuera llueve y corre un viento helado así que la taza de té humeante que sirve la señora Jean Armstrong sabe a gloria. Poco después deja caer sobre la mesa un plato de plástico con varias galletas de chocolate. "Hay que coger fuerzas y energías", dice sonriendo. Hace apenas unos minutos que ha acabado el servicio religioso en la iglesia Parkhead de Calton, uno de los barrios más pobres del Glasgow, situado al este de la ciudad. En una pequeña habitación contigua a la nave principal del templo, media docena de feligreses se han reunido para charlar y beber algo caliente. Todos son jubilados que se dedican a labores de ayuda humanitaria.

Esta iglesia de ladrillo rojo ennegrecido, típico de las fachadas en esta parte del mundo, presta parte de sus instalaciones a la organización Trussell Trust, el mayor banco de alimentos (Food Aid) del Reino Unido. El primer centro se creó en el 2000 y, en la actualidad, hay más de 1.200 distribuidos por todo el país que reparten más de un millón de raciones al año. El centro que acoge la iglesia Parkhead, uno de los cinco que hay en Glasgow, abre las puertas tres veces por semana para repartir paquetes de comida. Los alimentos proceden de particulares o de donaciones de instituciones privadas. Hoy, la despensa está llena.

Trusell Trust no es la única organización caritativa de este tipo. Su contribución representa tan solo una cuarta parte de toda la ayuda alimentaria que instituciones privadas distribuyen en el país. "La pobreza ha crecido mucho en estos últimos años", dice con amargura la señora Armstrong, de 80 años bien llevados. "Dese una vuelta por el centro de Glasgow y cuente los homless (sintecho) que ve en las calles", invita a experimentar.

Crisis financiera

La Naciones Unidas han cifrado en más de 14 millones los británicos que viven en condiciones de pobreza, una quinta parte de la población del Reino Unido. De ellos, 4,5 millones son menores. Unas cifras difíciles de entender en la que es la quinta potencia económica del mundo. La precariedad se ha extendido por todo el territorio desde que en el 2010, el Gobierno del entonces primer ministro, David Cameron, optó por la austeridad como fórmula para hacer frente a la crisis financiera del 2008.

Las cifras de la ONU forman parte del informe elaborado por Philip Alston, relator especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos de Naciones Unidas. En noviembre del año pasado y durante doce días, Alston se pateó las zonas más deprimidas del Reino Unido. Nunca antes un funcionario de la ONU dedicado al estudio de la pobreza había rastreado un país de Europa Occidental, excepto Irlanda, en el 2011.

En el informe, que el  Gobierno de Londres se apresuró a calificar de "no creíble" y de "completamente inexacto",  Alton califica la política de recortes de "ética dura e indiferente". Hay más, el estudio prevé que cerca del 40% de los niños británicos vivirán en la pobreza en el 2021. "Si el brexit sale adelante, el impacto económico será aún mayor para los más vulnerables", sentenció el funcionario de la ONU cuando presentó el documento a mediados de este año.

Consecuencias devastadoras

En la campaña electoral para estas elecciones, los principales líderes de los partidos políticos han pasado de puntillas sobre esta realidad, sobre todo los tories. La batalla se ha centrado básicamente en el brexit. Cuando los rivales han obligado a Boris Johnson a dar respuesta a las consecuencias devastadoras que han tenido los recortes para millones de británicos, el primer ministro se ha dedicado a exponer cifras macroeconómicas para demostrar que la economía británica no marcha tan mal como la oposición asegura y que irá mucho mejor cuando el país se libere de Bruselas.

El dato estrella de los conservadores es la tasa de paro, de solo el 3,5%, una cifra histórica. "El empleo sigue siendo el mejor camino para salir de la pobreza", repiten hasta la saciedad los conservadores. Pero la realidad se empeña en demostrar lo contrario. El 50% de los británicos que viven en condiciones de pobrezas tienen un trabajo.

"Los sueldos no llegan para hacer frente a los gastos mínimos de cada mes", dice Graham Goin, uno de  los jubilados voluntarios de la iglesia de Parkhead. "Uno de los principales problemas son los contratos de cero horas que no han hecho más que crecer". Así se conocen aquí a los empleos esporádicos, muy inestables y precarios.

Alan, un joven escocés de 34 años, los conoce bien y está pagando ahora las consecuencias. Es pintor de brocha  gorda y desde que llegó a Glasgow, tras salir de su pueblo natal al norte de Escocia hace tres años, no ha hecho otra cosa que picar puertas sin demasiado éxito. "Esto se ha puesto muy difícil", dice mientras espera junto a una docena más de homeless que abran la puerta del albergue de una sociedad caritativa donde va a dormir esta noche fría y lluviosa.

Grandes fortunas

Desde el 2010, el Gobierno tory ha dejado de invertir en ayudas sociales más de 35.000 millones de euros y, según datos de la oenegé Human Right Wacht (HWR), la asistencia pública para niños y familias se ha reducido en un 48%. Recortes en las prestaciones sociales, estancamiento de los salarios, empleos basura y aumento del precio de la vivienda y de la energía, un coctel realmente explosivo. HRW ha llegado a denunciar que hay madres que evitan acudir a los bancos de alimentos por temor a que las autoridades les quieten la custodia de sus hijos por no poderlos alimentar.

Pero mientras los pobres son más pobres y crecen en número, las grandes fortunas no dejan de engordar. Según el prestigioso e independiente Instituto británico de Estudios Fiscales, en  esta última década la desigualdad en los ingresos en el Reino Unido es la más elevada de los países ricos, a excepción de Estados Unidos. Las cinco familias británicas más adineradas del país concentran más riqueza que una quinta parte de la población, sostiene la oenegé Oxfam.

Morir esperando cama

Un estudio llevado a cabo por el servicio nacional de salud británico refleja que cerca de 5.500 pacientes murieron durante los pasados tres años debido a una espera demasiado prolongada hasta tener adjudicada una cama en hospitales sobresaturados.

Concretamente, 5.449 pacientes han perdido sus vidas desde el 2016 como resultado directo de esperar entre 6 y 11 horas en pasillos de los centros hospitalarios esperando cama, una "mortalidad estimada", según el estudio.

La Asociación de Pacientes ha calificado estos datos de "profundamente impactantes y deplorables" y culpabiliza de la situación a la falta de recursos de la sanidad pública británica.