UN PAÍS CONVULSIONADO

Las protestas en Irak suman ya 400 muertos en dos meses

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Adrià Rocha Cutiller

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Tras dos meses de protestas en Irak, la cifra de muertos en las manifestaciones que recorren todo el país árabe —la mayoría de las muertes, a causa de la respuesta y represión policial— se ha multiplicado. Tras la jornada del jueves, la más violenta desde que empezó todo el 1 de octubre, el número total de fallecidos es ya de 400.

Solo este jueves, en todo Irak, murieron 62 personas y otras 410 fueron hospitalizadas, después de que las autoridades recrudecieran sus actuaciones en represalia por el asalto y posterior quema, la madrugada del miércoles al jueves, del consulado iraní de la ciudad de Nayaf, la más santa y sagrada del país.

Allí, en Nayaf, de hecho, es donde vive la máxima autoridad chií de Irak, Alí al Sistani, que este viernes, en un comunicado a través de su portavoz, ha criticado duramente a la policía y ha pedido al Gobierno de Bagdad que sea cesado al completo. «El Gobierno parece incapaz de tratar con los eventos de los dos últimos meses. El Parlamento, del que el Gobierno actual ha surgido, tiene que reconsiderar sus acciones y hacer lo que sea necesario para proteger los intereses de Irak», ha dicho el portavoz de Sistani, que también ha dedicado palabras a la policía y los manifestantes: «Está prohibido atacar a las manifestaciones pacíficas —ha dicho a los agentes—, y los manifestantes no deben permitir que protestas pacíficas se vuelvan en ataques en contra de la gente y la propiedad. Los enemigos del país intentan crear el caos y llevar al país de vuelta a la era de la dictadura. No debemos permitirlo».

Cambio de sistema

Esta ola de manifestaciones empezó, a principios de octubre, para pedirle al Gobierno actual —que está formado desde hace un año— que mejorase los servicios públicos y que acabase con la corrupción, la promesa estrella de todos los partidos en las elecciones del año pasado.

Pero el Ejecutivo desoyó esas peticiones. Todo lo contrario: empezó a reprimir las manifestaciones con munición real. Desde entonces, las peticiones de los manifestantes se han radicalizado: ahora protestan por un cambio de sistema por completo —uno en el que Irán tenga menos influencia y que sea, a su vez, menos sectario—.

Este viernes, el caos que sume Irak, así, se ha cobrado una primera víctima política: el primer ministro, Adel Abdul Mahdi, siguiendo el consejo de Al Sistani, ha anunciado que en los próximos días presentará su dimisión ante el Parlamento. Mahdi habrá durado en el cargo, si se confirma su dimisión, 399 días.

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