El presidente de Colombia llama al diálogo en medio de protestas y toque de queda en Bogotá

"¿Explotó la olla?". La pregunta que lanzó la revista 'Semana' se la hizo también un perplejo Iván Duque. El presidente ha ofrecido a los colombianos iniciar una "conversación nacional" que permita construir una "paz con legalidad" y "cerrar las brechas sociales". Duque hizo el anuncio un día después de una histórica huelga general contra el Gobierno de derechas que convocó a centenares de miles de personas en las calles. La "conversación", dijo, debe darse en todas las regiones e incluir a "todos los actores sociales y políticos".

"Una cosa es la expresión pacífica a través de la protesta, y otra bien distinta es aprovechar la protesta para sembrar el caos", subrayó. De esta manera, Duque tendió una mano a la sociedad ofuscada y se reservó la otra para advertir que fortalecerá "el despliegue de patrullas mixtas de la policía y el Ejército Nacional en los lugares mas críticos". Una de esas zonas calientes es la misma capital, que durmió la noche del viernes al sábado bajo el toque de queda. "Desde hace muchos años, en Bogotá no se vivía una noche tan atemorizante", señaló también 'Semana'. Pese a esos miedos y las restricciones, las cacerolas sonaron frente a una de las residencias del jefe del Estado.

América Latina entra en un nuevo ciclo de ebullición

La crisis política colombiana parece seguir la misma ruta que la de Chile. Al igual que su colega Sebastián Piñera, la popularidad de Duque está cayendo de manera inexorable. Antes de la huelga, la desaprobación llegaba al 69%. Los analistas estiman que su imagen seguirá en caída libre solo 15 meses después de haber iniciado su gestión con el aval de Álvaro Uribe. Durante las protestas han muerto tres personas y otras 122 han resultado heridas. Un total de 151 agentes de las fuerzas policiales sufrieron heridas. Además, al menos tres policías murieron y otros siete resultaron heridos en un atentado con un coche bomba contra una comisaría en Santander de Quilichao, en el convulso departamento del Cauca.

Malestar por la desigualdad

"Al Gobierno le corresponde hacer una lectura ponderada de aquello que lleva a un sector tan amplio de la sociedad a expresar su inconformismo", señaló el diario bogotano 'El Tiempo' en su editorial. La huelga general ha hecho visible el malestar con la desigualdad social en un país que este año crecerá un 3,3%. Los proyectos de reforma laboral y de las pensiones han sido vistos como una profundización de las desigualdades. Las primeras respuestas del presidente a las protestas no han convencido a la oposición. Gustavo Petro, el exalcalde de Bogotá y rival de Duque en las elecciones del 2018, considera que la "inmensa movilización" de los colombianos es una señal inequívoca de la "transformación de la sociedad". Según Petro, la "actividad vandálica" con la que se ha tratado de desprestigiar la protesta es "planificada y pagada por agentes del poder". Las caceroladas de este viernes, ha subrayado en su cuenta de Twitter, han sido una "respuesta a la violencia del Estado". 

"Rechazamos que el señor presidente se haya enfocado en estos hechos laterales, en vez de dar una respuesta concreta y clara a los reclamos ciudadanos", dijeron los congresistas de Alianza Verde, el Polo Democrático e incluso el partido FARC sobre el acento puesto por Duque en los hechos violentos.

Silencio ante las demandas

El silencio del presidente ante las demandas sociales, han añadido los opositores, "es la peor respuesta que se le puede dar a los colombianos". Para los legisladores, "la ciudadanía empoderada"  salió a la calle para gritar "en una sola voz que todas las vidas son sagradas y que el Estado debe garantizar protección y seguridad de todos los colombianos". El país, subrayan, "grita que el Gobierno no puede seguir impávido ante el asesinato de líderes sociales, y rechaza su estigmatización".