CRISIS EN CHILE

Sebastián Piñera, en su laberinto

La protesta contra el modelo económico e institucional se radicaliza y el presidente no encuentra la manera de normalizar el país

Una bomba de gasolina alcanza a los agentes de la policía antidisturbios durante los enfrentamientos con manifestantes que protestan contra las políticas económicas del gobierno del presidente Sebastián Piñera, en Santiago, el

Una bomba de gasolina alcanza a los agentes de la policía antidisturbios durante los enfrentamientos con manifestantes que protestan contra las políticas económicas del gobierno del presidente Sebastián Piñera, en Santiago, el / periodico

Abel Gilbert

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El estallido social chileno ya no clama solamente por mejoras de coyuntura sino que se ha cebado con la religión del mercado y la Constitución legada por el general Augusto Pincohet.  El presidente Sebastián Piñera se ha visto forzado a llevar a cabo una reforma de la Carta Magna en aras a la paz social, aunque no parece que la medida vaya a detener una protesta en la que los manifestantes resignifican símbolos, cambian nombres de calles, derriban estatuas, remueven bustos.

Gestos espontáneos e iracundos que muestran el calado del enojo colectivo. No se quiere vivir más en un país donde el 1% de los hogares de mayores ingresos acapara más de una cuarta parte de la riqueza y el 50% de las familias menos favorecidas, el 2.1%.

Deudas crediticias

Un país donde el 26% de las personas cargan con deudas crediticias, las pensiones son de 205 dólares, las universidades públicas cuestan al año 7.654 dólares y se consumen los medicamentos más caros de la región.

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