Muerte asistida

La ley de eutanasia de Nueva Zelanda será sometida a referéndum

La llamada Ley de Elección de Terminación de la Vida que fue reciente aprobada por el Congreso, será puesta a consulta pública en 2020 para determinar su entrada en vigor

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El Periódico

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Nueva Zelanda celebrará el año que viene un referéndum para decidir sobre la entrada en vigor de su nueva ley de eutanasia, con lo que se convertirá en el primer país en someter la muerte asistida a una consulta popular.

La llamada Ley de Elección de Terminación de la Vida, fue aprobada en una tercera lectura en el Parlamento con 69 votos a favor y 51 en contra, de acuerdo a un tuit de la Cámara Baja.

Los diputados también decidieron someter a referéndum la ley en el marco de las elecciones generales del año próximo, con fecha aún por determinar y que también incluirán una consulta popular para decidir sobre la legalización de la marihuana recreativa.

Las votaciones en el Congreso

En la votación, los legisladores del gobernante Partido Laborista y del opositor Partido Nacional, las formaciones principales en el país, votaron en conciencia, por lo que no estaban obligados a seguir los alineamientos de sus grupos políticos.

El Partido Verde y Nueva Zelanda Primero, socios en el Gobierno de la primera ministra, la laborista Jacinda Ardern, acordaron votar en bloque con ciertas condiciones, que fueron para el primero más salvaguardas para el enfermo terminal y para el segundo, la celebración de un referéndum.

Las condiciones necesarias

La ley presentada en junio de 2017, especifica que el paciente debe ser un adulto con menos de seis meses de vida, es el que debe solicitar la muerte asistida. La decisión tiene que ser refrendada por dos médicos, quienes determinarán que el paciente está bien informado respecto a su opción y garantizarán el cumplimiento de los aspectos legales.

La aprobación de la ley ha causado reacciones encontradas entre defensores y detractores, pero incluso el movimiento Euthanasia Free NZ criticó que ésta adolece de “salvaguardas importantes”. El colectivo antieutanasia NotDeadYetAotearoa recalcó recientemente que unos 1.500 médicos se oponen a la muerte asistida.

Un logro justificado

La madre de Lecretia Seales, una enferma terminal que pidió a los tribunales en 2015 poner fin a su vida, dijo que su hija, quien murió un día después de que el Tribunal Superior rechazara su pedido, estaría contenta por su aprobación.

“Estoy orgullosa de ella. Cuando ella llevó el caso a los tribunales estaba a punto de morir y le consumió mucha energía ir y comparecer ante el tribunal. Era increíble, especialmente el último día”, comentó Shirley Seales al diario New Zealand Herald. Una encuesta realizada en mayo pasado por Horizon Research reveló que el 74 por ciento de los neozelandeses se inclinan por algún tipo de muerte asistida para los enfermos terminales.