Protestas sociales

Evo Morales y sus seguidores evitan que la oposición entregue petición de renuncia

Bolivia sigue envuelta en un ambiente de mucha tensión luego de que un líder político intentó sin éxito entregarle una carta al mandatario donde le exigen que deje su cargo

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El Periódico

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La carta de exigencia de renuncia a Evo Morales tuvo que dar media vuelta sin llegar a manos del presidente de Bolivia, quien se rodeó de miles de seguidores para defender su triunfo electoral ante los intentos de comités cívicos de echarle.

El líder del Comité Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, no pudo salir del aeropuerto de El Alto para entregarle la carta, mientras en la vecina La Paz el presidente se rodeaba de sus incondicionales en apoyo de su cuarta victoria consecutiva. Mientras, sus detractores se siguen movilizando, ahora intensificando los bloqueos ante instituciones del Estado.

No hay caminos abiertos

Camacho había llegado de noche a El Alto desde Santa Cruz tras una multitudinaria asamblea cívica ante la que se comprometió a llevar en mano la petición de renuncia del presidente por las sospechas de fraude en las elecciones del 20 de octubre que le dieron la victoria para un cuarto mandato consecutivo.

Pero no pudo ni salir de la terminal del aeropuerto, en la que le esperaban grupos afines al presidente que terminaron por romper el cordón policial y tuvo que ser protegido por la Policía hasta una avioneta militar de regreso a Santa Cruz.

Nada más regresar a su ciudad, advirtió de que volverá a intentar llegar a la sede del Gobierno boliviano con la petición para que Morales deje el poder después de más de trece años gobernando. Los que sí que llegaron a La Paz fueron miles de seguidores del presidente, que marcharon desde El Alto, uno de sus feudos electorales.

Mineros, obreros y campesinos con su habitual simbología de trajes típicos, ponchos rojos e imágenes de Ernesto Che Guevara. Ante ellos, Morales alertó de que "intentan" hacerle llegar una carta para consumar un golpe como el de 1980, cuando tras enviarle una misiva a la entonces mandataria, Lidia Gueiler, el militar Luis García Meza la derrocó. "No tienen ninguna prueba" del fraude y por eso intentan un golpe de Estado, insistió Morales ante la multitud que le arropaba.

Presiones a la prensa

La retirada de Camacho no fue el final de las movilizaciones en el aeropuerto internacional de El Alto, que da servicio a La Paz y durante horas tuvo los accesos controlados por afines al presidente.

Los periodistas fueron retenidos durante horas y hostigados en esos controles por "personas violentas afines al Movimiento al Socialismo", de Evo Morales, denunciaron las asociaciones de la prensa de Bolivia y de La Paz. "No solamente impidieron que nuestros colegas realicen su trabajo, sino que los insultaron y amedrentaron, pues estaban armados con palos, escudos y cascos", criticaron estos colectivos.

Movilizaciones masivas

Para el principal rival político del mandatario, el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), no fue algo "espontáneo", sino orquestado por el gobernante MAS para fomentar "la discriminación y el racismo". Una de las consignas de los comités cívicos era intensificar desde esta jornada los bloqueos de entidades estatales, incluso cerrar las fronteras de Bolivia.

Lo primero se cumplió en ciudades como Santa Cruz y Cochabamba, donde se sucedieron escenas de sedes de impuestos nacionales o el banco estatal obligadas a cerrar por los manifestantes, algo que no consta que sucediera en las fronteras. "Por una Bolivia sin dictadura", se leía en un cartel en el acceso bloqueado a la sede regional del Ministerio de Trabajo en Cochabamba, junto a otro que advertía: "Clausurado, disculpe las molestias, estamos recuperando la democracia".

Daños económicos

Las protestas desde el día después de las elecciones están costando a Bolivia más de 167 millones de dólares, alertó el ministro de Economía, Luis Arce. Además del perjuicio a empresas, en especial las industriales, el transporte o los servicios, estas acciones contra el Estado ponen en peligro ayudas sociales para escolares y pensiones para jubilados, según el ministro.

"Lamentamos la decisión de radicalizar las medidas de presión del comité cívico porque tendrá un perjuicio sobre las finanzas no solo del Tesoro, sino también de la economía en general", lamentó. Las movilizaciones son menos violentas desde la muerte la pasada semana de dos hombres en choques entre partidarios y contrarios a Morales, pero no cesan las marchas a favor y en contra del presidente, ni los bloqueos en calles de las principales ciudades.

Así llevan más dos semanas desde que un repentino cambio de los resultados previos el día después de las elecciones desató las sospechas de fraude, al dar a Morales una victoria en primera vuelta que luego hizo definitiva el órgano electoral, cuando todo hacía prever inicialmente que iría a segunda ronda con Mesa.